cabecera_tipográfica_trans

25 agosto 2010

Trabajadores y sindicalistas detenidos en Bangladesh en peligro de ser torturados

Alrededor de 21 operarios de fábricas de confección y activistas sindicales han resultado detenidos en Dacca, capital de Bangladesh, tras las violentas protestas llevadas a cabo en las calles. Amnistía Internacional cree que dichos detenidos se encuentran en peligro de sufrir torturas u otros malos tratos.

Mientras algunos trabajadores y activistas se han escondido, otros aseguran que ellos o sus familiares han sido objeto de amenazas por integrantes de las fuerzas de seguridad. Al menos seis operarias de fábricas de confección detenidas a comienzos de agosto, una de ellas embarazada, han sido golpeadas por agentes de la policía cuando eran interrogadas.

Según los informes de Amnistía Internacional, una de ellas presenta heridas de gravedad, pero no ha recibido atención médica. Montu Ghose, abogado que asesora al Sindicato de Trabajadores de la Confección, fue detenido a finales de julio. Fuentes de Bangladesh afirman que ha sido maltratado bajo custodia policial, entre otras cosas privándolo de sueño durante largos períodos. El abogado, que sufrió un derrame cerebral hace varios meses, necesita atención médica especializada, pero no la está recibiendo.

La policía ha afirmado que están preparándose para acusar a “varios miles” de personas de vandalismo, incendio provocado y saqueo durante las protestas callejeras. Se cree que el número total de detenidos tras las protestas supera con creces las 21 personas que la policía afirma tener bajo custodia.

Los empleados de fábricas de confección se han manifestado en las calles de Dacca y zonas circundantes durante los últimos meses en demanda de derechos sindicales y aumentos salariales. Estas manifestaciones en ocasiones han sido violentas.

Las protestas de miles de trabajadores a finales de junio se saldaron con el cierre temporal de unas 700 fábricas de confección. Los dirigentes sindicales piden un aumento del salario mínimo mensual de 5.000 takas (unos 71 dólares estadounidenses) para hacer frente al coste de la vida.
A finales de julio, el gobierno anunció que desde noviembre de 2010 el salario mínimo mensual de los trabajadores de la confección aumentaría de 1662,50 takas (24 dólares estadounidenses) a 3.000 takas (43 dólares). Los trabajadores consideraron insuficiente el aumento y volvieron a echarse a las calles.

La industria de la confección supone casi el 80 por ciento de los ingresos de exportación de Bangladesh y emplea hasta al 40 por ciento de la mano de obra del país. Los dirigentes sindicales afirman que el gobierno trata de bloquear las protestas con el pretexto de contener la violencia, que estalló cuando los trabajadores bloquearon una importante carretera, asaltaron vehículos y negocios y lucharon contra la policía. Decenas de manifestantes y policías resultaron heridos durante las protestas, y se ha denunciado el posible abuso de la fuerza por parte de la policía para contener los disturbios.



No hay comentarios: