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15 abril 2009

Pepe Cervera: “Ganarse la vida con el periodismo no es un derecho humano, sino algo que hay que currarse”


Pepe Cervera ha trabajado como periodista en Cinco Días, Baquía y 20 minutos y como freelance en ABC, Público, Dinero, Diario del Alto Aragón, Muy Interesante, Quo, la Revista del Notariado, Consumer.es, El País, El Mundo y muchos otros.

Yo lo conocí por medio de su blog Retiario cuando estaba en 20 minutos, del que era seguidor, pero también lo tuvo alojado en El Mundo. Ahora tiene un nuevo proyecto denominado “He visto cosas” que está alojado en la página web de Quo y es editor del blog Perogrullo.

Conferenciante, escritor, ponente en seminarios y congresos, profesor en universidades públicas y privadas, Pepe mantiene una actividad tan prolífica que no sé cómo ha tenido tiempo para poder responder a mis preguntas.

¿Que fue de la función de servicio público del periodismo?

Ésa es una buena pregunta, que debieran contestar quienes dirigen los actuales medios. El concepto me pone un poco nervioso, porque no veo yo a los periodistas actuales comportarse precisamente como funcionarios, o como alguien que tuviera una responsabilidad con la sociedad. Además la idea proviene de los tiempos en los que había pocos canales de comunicación (frecuencias de radio y televisión, redes de distribución de prensa) y por tanto quien disponía de uno quedaba obligado de alguna manera con los verdaderos propietarios (la gente). En Internet no hay limitaciones de este tipo, lo cual no quiere decir que la obligación desaparezca; simplemente se hace más clara, menos forzada. Quien pretenda sobrevivir como medio profesional en la Era de la Economía de la Atención deberá ofrecer algo que los demás no tengan; por ejemplo, compromiso social.

¿Es el llamado periodismo ciudadano un bulo para ahorrar costes?

Odio el término 'Periodismo Ciudadano'. Lo considero un fracaso del periodismo profesional, porque iguala lo que hacen los aficionados (amateurs; un término precioso) a lo que hacen los profesionales. Lo cual es cierto, y subraya que los profesionales no lo estamos haciendo lo bastante bien; debería poder distinguirse la obra profesional de la amateur al primer vistazo. Que eso no suceda es un fracaso del periodismo profesional. Y sí, actualmente se están utilizando los blogs en los medios profesionales para parchear defectos de cobertura y para presumir de modernos con poco coste, sin que tenga sentido estratégico alguno.

¿Supone el periodismo ciudadano el mayor peligro de intrusismo laboral para los periodistas?

El llamado periodismo ciudadano es una realidad que forma parte del ecosistema de lo medios para siempre jamás. No va a desaparecer. No va a cambiar. Ya no vamos a poder hacer medios profesionales en un entorno sin blogs. La comunicación ya no va a volver a ser unidireccional, jamás. Los bloggers sólo suponen una amenaza laboral para los periodistas si éstos hacen lo mismo que los bloggers, si puedes reemplazar a uno por el otro sin que haya cambio alguno. Así que más le vale a quien quiera comer de esto espabilar, y hacer algo que un blogger no pueda hacer: dar información diferente, de una forma diferente. Porque si tu trabajo lo pueden hacer cuatro líneas de Perl o un blogger que trabaja gratis, estás muerto como profesión.

¿Cree necesaria una regulación, fuera de lo que marca la propia ética de la profesión?

Primero creo necesaria una desregulación; hay muchas normas de protección y de obligaciones que sólo se aplican a la prensa que deberían eliminarse o al menos repensarse, ante el cambio de situación. Lo mismo ocurre con la llamada 'propiedad intelectual'; son sistemas legales que están diseñados bajo el supuesto de que sólo unos pocos emiten información, y los demás la consumen. Hoy todos somos emisores/receptores, así que estas leyes necesitan ser adaptadas. Luego, una vez eliminadas las normativas obsoletas, podemos empezar a pensar en nuevas.

¿Concibe los medios en manos de los ciudadanos?

Ya lo están. Desde el momento en que cualquiera tiene la capacidad real de enviar su voz a donde están los medios tradicionales, cualquiera compite con ellos. En la Red todos somos medios de comunicación, desde el blog a la cibertienda, desde el ministerio al club de ajedrez o el banco.

¿Cuál cree que serán las características del medio del futuro?

Ah; si lo supiera, lo patentaría... Pero tengo algunas certezas. El medio de mañana será mucho más pequeño que los actuales, y no se dirigirá a grandes masas, sino a segmentos concretos de mercado; la economía manda. Será mucho más apasionado y menos equidistante, lo cual no quiere decir necesariamente sesgado, pero sí con opinión clara y marcada. Dialogará con sus lectores, no sólo permitiéndoles opinar, sino actuando sobe esas opiniones. Ofrecerá información que no esté en ninguna otra parte de la Red; es decir, que la combinación de informaciones seleccionadas y el modo de contarlas tendrá que ser única, una proposición complicada de conseguir pero imprescindible. Utilizará al máximo los recursos disponibles en la Red para conseguir ese carácter único, sobre todo por medio de enlaces: las noticias del futuro formarán parte del tejido de la Red y del flujo de información de este tejido.

¿Son la colaboración y la complementariedad las claves de las noticias del futuro?

Para mí la clave de la noticia de futuro es proporcionarle al lector toda la información relevante sobre la historia que quieres contar, organizada de tal manera que sea el propio lector el que decida hasta dónde quiere llegar. Hay que proporcionarle el nivel de información del titular, pero también el de la entradilla, la noticia, el reportaje, la serie de reportajes y hasta la enciclopedia; todos los niveles de profundidad ordenados para que el lector escoja, todo el contexto adecuadamente enlazado, todos los datos organizados. Hay que darle toda la información, y dejar en sus manos el poder de decidir hasta dónde bucea. Hay que renunciar al poder.

¿La noticia, como hoy la conocemos, tiene futuro?

No. Ni la selección de los sucedidos que son noticia, ni el modo de contarlos. La selección estaba determinada hasta ahora sobre todo por las limitaciones técnicas (lo que cabe, o no), y el modo de contarlas por la necesidad económica de grandes audiencias (nada en demasía; todo objetivo y gris). Los medios pretendían ser todo para todo el mundo, y eso los hacía forzosamente mediocres en todo; cuando no quieres hacer enfadar a nadie no puedes contentar del todo a nadie. Habrá que contar otras cosas y contarlas de otra forma, corriendo más riesgos, apostando por satisfacer más a menos gente. Y por supuesto utilizando todos lo medios a tu disposición; texto, enlaces, audio, vídeo, visualización, twitter, lo que sea. Lo importante será la historia, no el medio para contarla.

¿Se puede afirmar, como hacen algunos, que la información es ahora de todos?

La información siempre ha sido de todos, lo que ocurre es que los medios (al ser imprescindibles para su difusión) se la habían apropiado. Ahora vuelve a ser como siempre lo fue: de todos. Porque una noticia, un hecho, un sucedido, no pertenece ni puede pertenecer a nadie.

¿Qué es lo que nunca le enseñaron en la facultad de comunicación y debieron haberlo hecho?

Humildad. Que la información no es de mi propiedad, como periodista. Que la función comunicativa no es un monólogo, sino un diálogo. Que en cualquier tema el periodista siempre, siempre, siempre y por definición está entre los que menos saben (menos que sus fuentes). Que la libertad de expresión no es un privilegio de la prensa, sino un derecho fundamental de los ciudadanos. Que ganarse la vida con el periodismo no es un derecho humano, sino algo que hay que currarse.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pepe Cervera nunca ha estudiado en una fac. de Comunciación, es licenciado en Biológicas, como yo.
Ana García Obregón

Gregorio Verdugo dijo...

Ana García Obregón: Si tú lo dices, desde luego como periodista no ha parado.
Por cierto, me gustaría hacerte una entrevista algún día, pero algo diferente a las que estás acostumbrada. Ya sabes dónde me tienes si te apetece.
Un saludo.

Anónimo dijo...

La respuesta correcta (y honrada) a la última pregunta (¿Qué es lo que nunca le enseñaron en la facultad de comunicación y debieron haberlo hecho?)es: "Nada, porque no estudié Comunicación".
AGO

Gregorio Verdugo dijo...

AGO: vale, pero no me has dicho nada de lo otro.