El Delegado de Presidencia y portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, con motivo de la jornada de formación en Comunicación Política impartida por dos asesores de la campaña electoral de Barack Obama, formuló un ambicioso deseo de cara a futuras citas electorales: que los más de cinco mil militantes socialistas se conviertan en agentes electorales en la red.
Gómez de Celis apostó por el uso de las nuevas tecnologías para conectar con el público más joven, fomentar la participación ciudadana y trasladar a la calle el flujo del debate que se genera en Internet como fórmula para afrontar unos comicios que se adivinan difíciles y disputados. El socialismo sevillano se apunta al dospuntocerismo como vehículo de esperanza para afrontar el futuro.
El debate que plantea la propuesta lanzada por Gómez de Celis es apasionante y se hace eco de una vieja aspiración de la red que ya planteó un considerable ruido durante las pasadas elecciones generales. Sin embargo, me parece necesario aclarar antes algunos conceptos para que la ilusión no se quede en agua de borrajas.
El fenómeno Obama no se limita a una estrategia para ganar unas elecciones. Es un proyecto de mayor calado ideológico con la intención de transformar la democracia y avanzar hacia un modelo democrático más abierto y participativo utilizando las herramientas de la web 2.0. Plantarse en lo primero sería como rozar la miel con los labios y no poder saborearla.
Estamos hablando de un profundo cambio cultural basado en la adopción de los rasgos de identidad inequívocos de Internet. Y son los propios políticos quienes han de asimilar y hacer suyas dichas características de identidad.
Se trata de apostar por una democracia conectada y transparente, con libre acceso para todos los ciudadanos a los datos e información en poder de
Y dicho cambio será del todo imposible si los propios políticos no expulsan de una vez por todas el miedo a perder el control y se abren a Internet sin complejos.
Para poner la administración y la política al servicio de los ciudadanos, y no al revés, hay que ser capaces de asumir que crear información, distribuirla y consumirla en la red se ha de convertir en un hábito fácil y desprovisto de complicaciones.
El camino hacia una democracia más abierta y participativa pasa por la adopción de una serie de premisas obligatorias, sin las cuales todo quedaría en simple maquillaje de cara a
Es necesario plantear debates con los ciudadanos sobre las políticas que se proponen. Apostar por el código abierto como vehículo que permita poner a disposición del ciudadano las aplicaciones y contenidos, para que los puedan utilizar y transformar según se les antoje. Impulsar medidas que incrementen el uso de Internet en la ciudad, muy por debajo de la media europea, habilitando amplias zonas de Wifi libre y gratuito e incorporándolas a los diferentes sistemas modales de transporte con que cuenta
Nos referimos, en definitiva, a la creación de una red social propia, aunque basada en parte en las redes sociales ya existentes, donde el político pueda asumir su responsabilidad y responda ante los ciudadanos en una conversación fluida, permanente y sin filtro alguno.
Un proyecto ambicioso e ilusionante que Sevilla sin duda se merece, a pesar del desprecio y las vejaciones que el miedo o los intereses hacen verter a algunos que se creen gurús virtuales. Un proyecto en el que caminaremos juntos muchos sevillanos que creemos que es posible mejorar la democracia de la que nos hemos dotado para transformar la sociedad y hacerla mejor.
Es hora pues de dar comienzo a la conversación. ¿Te apuntas?
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