- Lindis Hurum, coordinadora de emergencia en Monrovia, afirma que “no es sólo un brote de Ébola, es una emergencia humanitaria que necesita una respuesta a gran escala”
La organización
médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) está ampliando sus operaciones
en Liberia al tiempo que la respuesta internacional al brote de Ébola en África
Occidental continúa siendo caótica y totalmente inadecuada.
Tan sólo una semana después
de su puesta en marcha, el nuevo centro de pacientes de Ébola, también conocido
como ELWA3, en la capital, Monrovia, ya está al límite de su capacidad, con 120
pacientes y se planea su ampliación. Mientras tanto, en el norte del país, los
pacientes continúan acudiendo en masa al centro de Foya, recientemente
rehabilitado.
“Es simplemente inaceptable
que, cinco meses después de la declaración del brote, se inicien ahora
discusiones sobre liderazgo y coordinación internacional”, argumenta Brice de
le Vingne, director de operaciones de MSF.
“Los estados se preocupan por
su propia seguridad, estados que tienen recursos y experiencia suficientes como
para poder marcar una diferencia decisiva en los países afectados. Si pueden
hacer mucho más, entonces, ¿por qué no lo hacen?”, ha añadido.
El brote de Ébola se extiende
rápidamente en Monrovia y satura los escasos centros médicos que aceptan
pacientes infectados. Gran parte del sistema sanitario de la ciudad ha dejado
de funcionar debido al miedo de los propios médicos, enfermeros y pacientes al
virus. Muchísima gente se ha quedado sin acceso a la salud, generando una
segunda emergencia en la propia emergencia.
“Sería impensable que después
de un terremoto hubiera tan pocos sitios para que las mujeres pudieran parir a
sus hijos o donde los pacientes pudieran ser tratados de urgencia”, dice Lindis
Hurum, coordinadora de emergencia de MSF en Monrovia. A lo que añade que “esto
no es sólo un brote de Ébola, es una emergencia humanitaria que necesita una
respuesta humanitaria a gran escala”.
El número de pacientes que
requiere de atención médica en el nuevo centro de Monrovia, abierto el pasado
17 de agosto, aumenta a un ritmo mucho más rápido del que los equipos médicos
pueden gestionar, tanto por número de camas como por la propia capacidad del
personal. Los pacientes proceden de diferentes distritos. El equipo sanitario
ve cada vez más complicado atender a los pacientes recién llegados, cuidar a
los admitidos y/o trasladar a los fallecidos al crematorio de forma
segura.
“El número de pacientes que
vemos no tiene nada que ver con brotes anteriores”, dice Hurum. “Nuestras guías
de actuación, por ejemplo, hablan de centros de 20 camas, y ahora mismo estamos
expandiendo un centro de más de 120 camas. Esto supone que tenemos que
adaptarnos cada día, reclutar y formar a más gente, día y noche. Las
prioridades actuales pasan por mantener un centro seguro, separar los casos
sospechosos de los probables y confirmados, y ofrecer cuidado médico”.
Como otros centros de Ébola,
el ELWA3 juega un rol muy importante en frenar el brote, al aislar a los
enfermos y evitar más infecciones. Sin embargo, la gran afluencia de pacientes
está forzando a MSF a reducir la atención médica. Por ejemplo, por el momento,
no es posible administrar tratamientos intravenosos. La organización médico-humanitaria está
preparando una nueva construcción e instalará tres tiendas con capacidad con 40
camas cada una.
En la zona remota de Foya,
cerca de la frontera con Guinea, la falta de asistencia está agravando la
situación de emergencia. Los equipos de MSF trabajan día y noche para contener
la epidemia y el centro para pacientes con Ébola acoge actualmente a 67
pacientes.
“Hemos llegado a una
situación de caos extremo y apenas se ven organizaciones de ayuda”, dice Hugues
Robert, coordinador de emergencias. “En la periferia de Foya, en algunos
pueblos, el Ministerio de Salud, está quedándose sin equipos de protección que
son esenciales para el personal sanitario”.
En Nigeria, MSF también ha
comenzado a apoyar de forma técnica a las autoridades en su lucha contra el
brote de Ébola en la ciudad de Lagos. Han puesto a disposición de las
autoridades su experiencia técnica en temas como aislamiento, seguimiento de
contactos de enfermos, formación y educación pública. Su actuación durará
alrededor de un mes y es exclusivamente de apoyo técnico.
En estos momentos,
Nigeria no necesita un despliegue de grandes recursos y personal. El equipo, de
seis personas, supervisa el centro de aislamiento instalado en el Hospital de
Enfermedades Infecciosas, el centro de referencia para pacientes de Ébola en
Lagos.
Una situación dramática....
ResponderEliminarSaludos