- El ataque de ayer contra el hospital Al Shifa, que acoge a unos 2.000 desplazados, demuestra que no hay lugar seguro para los civiles e ilustra las dificultades para proporcionar ayuda de emergencia
La organización médica
internacional Médicos Sin Fronteras (MSF)
condena con contundencia el ataque de ayer, 28 de julio, contra el hospital Al
Shifa, un centro de referencia para toda la Franja de Gaza y en el que trabajan
los equipos quirúrgicos de MSF.
Según afirman en un
comunicado, “este último bombardeo contra una estructura sanitaria en la que se
refugian miles de personas desplazadas desde el inicio de la ofensiva
denominada ‘Margen Protector’ evidencia, una vez más, que en Gaza no hay lugar
seguro para los civiles y demuestra hasta qué punto es difícil facilitar ayuda
de emergencia hoy en Gaza”.
En la nota relatan que “un
trabajador humanitario internacional de MSF estaba en el edificio cuando el
centro de consultas externas dentro del recinto del Hospital fue bombardeado.
Aunque en este último ataque no hubo que lamentar muertos o heridos, Al Shifa
es el cuarto hospital atacado tras los del European General, el Al Aqsa y el Beit Hanoun desde que se
inició la operación ‘Margen Protector’ hace tres semanas”.
“Atacar hospitales y
sus alrededores constituye una grave violación del derecho internacional
humanitario y resulta completamente inaceptable", denuncia Tommaso Fabbri,
coordinador general de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados.
"Independientemente de las circunstancias, las estructuras y el personal
de salud deben ser protegidos y respetados. Pero hoy en Gaza los hospitales no
son los refugios que deberían ser", añade.
Una hora después del
ataque al hospital de Al Shifa, tuvo lugar un ataque aéreo contra el campo de
refugiados de Shati. "Dos de cada tres heridos que vi llegar a Al Shifa
eran niños", afirma Michele Beck, referente médico de MSF en Gaza.
En Gaza, 1,8 millones
de personas, incluidos más de 160.000 desplazados internos, están hacinados en
una franja de terreno urbano densamente poblado. “Los gazatíes están rodeados
por el mar y con las fronteras cerradas", explica Marie-Noëlle
Rodrigue, directora de operaciones de
MSF. "El ejército israelí ordena a los civiles que evacúen sus casas, sus
barrios. ¿Pero para ir adónde? Los gazatíes no tienen ninguna libertad de
movimiento y no pueden refugiarse en el exterior. Simplemente están
atrapados", concluye.
Tanto para MSF como
para el resto de otras organizaciones médicas y humanitarias que trabajan en
Gaza, moverse y trabajar es extremadamente difícil y peligroso. Conductores de
ambulancias locales y de la Media Luna Roja han muerto o resultado heridos. El
20 de julio, un bombardeo impactó a escasos centenares de metros de un coche de
MSF claramente identificado y, el mismo día, un misil cayó sin explotar a unos
diez metros de la tienda de campaña de la organización instalada en el hospital
Nasser.
Durante estas últimas
tres semanas, MSF sólo ha podido llegar dos veces al hospital Nasser, en el sur
de Gaza, donde ha tenido que suspender las actividades quirúrgicas a pesar de
las importantes necesidades médicas que se dan en un área gravemente afectada
por el conflicto, donde la mayor parte de los heridos son mujeres y niños.
"Tenemos un equipo quirúrgico listo para ir a
trabajar a Nasser, pero sin una garantía de seguridad firme y creíble por parte
de ambas partes en el conflicto no podemos arriesgarnos a enviarlo",
lamenta Nicolas Palarus, coordinador del proyecto de MSF en Gaza.
La entrada de
suministros y personal médico y humanitario es extremadamente difícil. Los
pasos de Rafah, desde Egipto, y Erez y Kerem Shalom, desde Israel, están
parcialmente abiertos, pero existe riesgo de explosiones y daños colaterales.
“La población es rehén, casi no entra ni sale nada ni nadie", subraya
Marie-Noëlle Rodrigue.
Debido a la intensidad
de los bombardeos, los enfermos y heridos también tienen dificultades para el
acceso a las estructuras sanitarias. Además, la mitad de los centros de salud
de Gaza no funcionan. En la ciudad de Gaza, hogar de casi 800.000 personas,
solo están trabajando 4 de los 15 centros. "Más allá de la emergencia, no
se están cubriendo necesidades médicas básicas como la atención materno-infantil,
la gestión de enfermedades crónicas, el acceso al agua potable o la
alimentación ", asegura Nicolas Palarus.
En respuesta a la actual situación de emergencia, MSF proporciona apoyo al hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, con un equipo quirúrgico completo y equipamiento médico de emergencia. MSF ha efectuado donaciones de sus dos reservas de emergencia a la farmacia central para el norte y el sur de la Franja. La clínica postoperatoria de MSF funciona sólo entre el 10% y el 30% de su capacidad debido a que la intensidad de los bombardeos impide el acceso a los pacientes. Las actividades regulares de MSF en el hospital Nasser de Khan Younis han sido suspendidas por el conflicto. MSF trabaja en Gaza desde hace más de 10 años para prestar atención médica, quirúrgica y psicológica, y sus equipos también han respondido a las emergencias de 2009 y 2012.
En respuesta a la actual situación de emergencia, MSF proporciona apoyo al hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, con un equipo quirúrgico completo y equipamiento médico de emergencia. MSF ha efectuado donaciones de sus dos reservas de emergencia a la farmacia central para el norte y el sur de la Franja. La clínica postoperatoria de MSF funciona sólo entre el 10% y el 30% de su capacidad debido a que la intensidad de los bombardeos impide el acceso a los pacientes. Las actividades regulares de MSF en el hospital Nasser de Khan Younis han sido suspendidas por el conflicto. MSF trabaja en Gaza desde hace más de 10 años para prestar atención médica, quirúrgica y psicológica, y sus equipos también han respondido a las emergencias de 2009 y 2012.
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