Los altos precios siguen siendo un gran obstáculo para el
acceso a los nuevos medicamentos contra el VIH y a las pruebas de medición de
la carga viral —la mejor manera de controlar si el tratamiento funciona
correctamente— según dos informes presentados hoy por la organización médico-humanitaria
Médicos Sin Fronteras (MSF).
Según la organización humanitaria, “la ampliación del
tratamiento para conseguir llegar a más personas que lo necesitan, así como
garantizar su éxito consiguiendo la supresión del virus, requiere acciones
coordinadas entre países para conseguir que estas herramientas críticas sean
más asequibles”.
“Casi 12 millones de personas están recibiendo terapia
antirretroviral (TAR) en los países en desarrollo”, declara la Dra. Jennifer
Cohn, directora médica de la Campaña de Acceso a Medicamentos Esenciales de
MSF. “Cada vez más, las personas VIH-positivas empiezan antes el tratamiento y
deben seguirlo de por vida, así que necesitamos mejores tratamientos de primera
línea y medicamentos de segunda línea más asequibles para cuando fallan los
primeros”, añade.
Según MSF, “también se necesitan herramientas adicionales
para hacer el seguimiento del tratamiento y así asegurar la mejor calidad de la
atención. La prueba rutinaria de carga viral —que mide el nivel de virus VIH en
la sangre, y por lo tanto, cómo responde la persona al tratamiento— es una de
estas herramientas”.
“Controlando la carga viral detectamos problemas de
adherencia muy pronto. Así que si acompañamos la prueba con asesoramiento y
apoyo, conseguimos que las personas sigan con la primera línea de tratamiento
durante más tiempo”, explica la Dra. Cohn. “Las pruebas de carga viral también
identifican con mayor precisión y rapidez a las personas que necesitan cambiar
a segunda o tercera línea de tratamiento si su régimen está fallando”, asegura.
El nuevo informe de MSF ‘Getting
to Undetectable’ (Llegar a indetectable, en inglés) —que describe el acceso
a la prueba de la carga viral en India, Kenia, Malaui, Suráfrica y Zimbabue—,
revela que “aunque estos países aspiran a implementar el test de carga viral
como una prueba de rutina, casi ninguno ha podido hacerlo a gran escala”. El
informe concluye que “el precio por prueba que deben pagar los países es un
obstáculo importante para una aplicación más amplia”.
El informe también describe los pasos que estos países
pueden dar “para reducir el coste y la complejidad de introducir esta prueba;
entre otros, negociar mejores precios, alquilar los aparatos en lugar de
comprarlos, usar menos el monitoreo con CD4 —más común pero menos preciso— y
utilizar técnicas de recolección de muestras más eficientes”. Estos pasos han
tenido éxito en algunos países. Por ejemplo, las negociaciones se han traducido
en “un descenso del precio de las pruebas de carga viral en Kenia, que paga 10
dólares por test”. Sin embargo, los donantes “necesitan dar un paso más y
proporcionar financiación para que la prueba de carga viral llegue a las áreas
donde más se necesita”.
“Sabemos qué herramientas utilizar para que el virus del VIH
llegue a ser indetectable y permanezca así”, explica la Dra. Cohn. “Pero en la
mayoría de nuestros contextos, su precio las hace inalcanzables”.
Aunque la implementación de la prueba de carga viral es
lenta e incompleta, se espera que permita descubrir a muchos pacientes que no
responden bien a la primera línea de tratamiento y deben cambiar a la segunda
línea. Por lo tanto, “el precio de los medicamentos para los tratamientos de
segunda línea es un tema crítico”.
El informe anual de MSF sobre precios
de los medicamentos (en inglés), concluye este año que “mientras el coste
de los tratamientos de primera línea y la mayoría de segunda línea han
disminuido en los últimos 12 meses, los regímenes de segunda línea siguen
siendo dos veces más caros que los de primera”. Para los países de ingresos
medios, “la situación es todavía peor; algunos países llegan a pagar 12 veces más
que el precio más bajo conocido”.
“Hay millones de personas que no tienen acceso a
tratamiento, y muchas de las personas en tratamiento tienen que cambiar a
nuevos regímenes", explica Leena Menghaney, directora de la Campaña de
Acceso a Medicamentos Esenciales de MSF en India. “Para conseguir poner a más
personas en tratamiento, los países deben superar las barreras de patentes que
socavan el acceso a medicamentos asequibles”.
Fotografías: Juan Carlos Tomasi, tomadas en Zimbabue y Kenia.
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