Mohamed Fahmy, Peter Greste y Baher Mohamed,
miembros del personal del servicio en inglés de Al Yazira, fueron encarcelados
el 23 de junio por orden de un tribunal egipcio ante el que habían sido
acusados de emitir noticias falsas y tener vínculos con el movimiento prohibido
Hermandad Musulmana.
El tribunal, reunido en el Instituto de
Policía de Tora, condenó a Mohamed Fahmy y a Peter Greste a siete años de
prisión. Baher Mohamed fue condenado a 10 años por el cargo adicional de estar
en posesión de un casquillo de bala, que, según él, no era más que un souvenir.
Fahmy sufre aún una lesión de hombro, que podría
degenerar en discapacidad permanente.
El tribunal absolvió a otras dos personas
juzgadas en la misma causa, Anas Mohamed El Beltagy y Shady Abdelhamid, pero
condenó a Sohaib Saad Mohamed, Khaled Mohamed Abdel Raouf, Ahmed Abdelazim y
Khaled Abdel Rahman Mahmoud a siete años de prisión. El fundamento de la
sentencia condenatoria no está claro.
Una persona enviada por Amnistía Internacional para
asistir al juicio a modo de observador no vio ningún indicio de que los
acusados estuvieran implicados en delitos de terrorismo. El tribunal ordenó a
los médicos forenses que examinaran a tres de los acusados que habían denunciado
haber sido golpeados por las fuerzas de seguridad, pero los abogados defensores
afirman que jamás se dio a conocer el informe correspondiente.
Los condenados pueden apelar contra la sentencia
ante un tribunal superior. De las 20 personas que juzgó el tribunal en la
causa, 11 de ellas fueron declarados culpables in absentia. Todas
estaban acusadas de emitir noticias falsas y pertenecer al movimiento de la
Hermandad Musulmana o colaborar con él, pese a haber sido prohibido por orden
judicial en septiembre de 2023 y calificado por las autoridades de
"organización terrorista" en diciembre. Sobre los acusados que eran
extranjeros pesaba también el cargo de estar en posesión de "equipo
prohibido", aparentemente con objeto de falsificar las noticias.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a los
estudiantes egipcios Anas Mohamed El Beltagy, Shady Abdelhamid, Sohaib Saad
Mohamed, Khaled Mohamed Abdel Raouf y Ahmed Abdelazim el 31 de diciembre. A dos
de ellos en un apartamento de Ciudad Nasr, y a los demás en una vivienda del
barrio cairota de Mokattam. Otro de los acusados, Khaled Abdel Rahman Mahmoud,
compareció en el juicio el 15 de mayo de 2014. El tribunal juzgó también a
otros cinco ciudadanos egipcios in absentia.
Nueve de los acusados son miembros del personal
de Al Yazira, según ha explicado la red de telecomunicación. Son, además de los
tres hombres detenidos, los periodistas británicos Dominic Kane y Sue Turton y
cuatro empleados egipcios radicados en Qatar, los cuales fueron juzgados in
absentia. Una periodista neerlandesa también acusada y que no trabaja en Al
Yazira se marchó de Egipto al saber que iba a ser juzgada.
En 12 sesiones, el fiscal no presentó ninguna
prueba con que fundamentar los cargos de que los tres miembros del personal de
Al Yazira habían prestado ayuda al movimiento prohibido Hermandad Musulmana,
habían emitido "noticias falsas" o estaban en posesión de material
prohibido.
La fiscalía dificultó a los acusados el
ejercicio del derecho a examinar e impugnar la pruebas de cargo, al no invitar
a los abogados defensores a asistir a una evaluación ordenada por el
tribunal para examinar las pruebas audiovisuales. El abogado de Mohamed Fahmy
ha denunciado también que la acusación intentó cobrarle 1,2 millones de libras
egipcias (170.000 dólares estadounidenses) por ver las pruebas de vídeo contra
su cliente.
Al parecer, la acusación no revisó las
pruebas de cargo antes de presentarlas ante el tribunal. Muchas de la pruebas,
sacadas de ordenadores personales, cámaras y otros equipos, no parecían tener
nada que ver con la causa. Entre ellas había material rodado en otros países,
material de otras redes e imágenes de una reserva animal. A veces, la acusación
no parecía saber bien qué prueba material correspondía cada acusado.
Además, unos testigos de cargo clave parecieron
contradecir lo que ellos mismos habían declarado por escrito, y los peritos
admitieron en el contra interrogatorio que no recordaban qué material habían
manipulado presuntamente los periodistas de Al Yazira ni sabían si el equipo de
la red estaba autorizado, y que no podían evaluar si los periodistas
representaban una amenaza para la seguridad nacional. Un testigo policía no
parecía saber a qué red de Al Yazira pertenecían los acusados, pues afirmó que
trabajaban para Al Yazira Mubasher Misr, canal que está prohibido en Egipto.
Mohamed Fahmy se fracturó el brazo derecho, a la
altura del hombro, días antes de su detención en diciembre. Las autoridades lo
llevaron a un hospital público para que le hicieran un escáner el 22 de marzo,
tras haberlo pedido su familia durante meses, pero ese mismo día lo devolvieron
a la prisión de Tora.
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