Alrededor de medio
centenar de personas permanecen en una de las calles aledañas a los cuatro
edificios que conforman Nuevo Amate, la construcción que la empresa municipal
de viviendas Emvisesa levantó en lo que en su día fue Regiones devastadas. Ya
ha caído la noche y dos furgones de la Policía Nacional junto a diversos
miembros de la Policía Local rodean el lugar, que está acordonado por precintos
de plástico.
La gente tiene la mirada
concentrada en la cuarta planta de uno de los bloques, donde seis familias han
ocupado similar número de viviendas. Comenzaron hace una semana de manera
progresiva y ha sido hoy cuando se ha hecho pública la ocupación. Se trata de
unas 18 personas, con un número indeterminado de menores entre ellos, uno en
edad lactante, cuenta Francisco San Martín, integrante del 15M Cerro-Amate que
se ha acercado al lugar para prestar su apoyo.
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