Nelson
Giraldo, líder comunitario y minero artesanal colombiano, fue asesinado en la
orilla del río Cauca el pasado 17 de septiembre, en la zona conocida como
Sardinas en el departamento de Antioquía en Colombia. Giraldo regresaba al
municipio de Ituango, en el norte, a donde fueron desplazadas en marzo cientos
de personas que se oponían a la construcción de una represa. Nelson era líder
del Movimiento Ríos Vivos Antioquia, que representa a algunas de esas personas.
Su cadáver
apareció degollado y con disparos en el pecho y las piernas. El activista había
acudido al municipio para ver si su familia podía regresar. El 9 de septiembre,
un tribunal de Medellín había ordenado a las autoridades locales que aplicaran
las medidas de protección colectiva solicitadas por el Movimiento Ríos Vivos.
Tras una serie de incidentes, tales como
amenazas de paramilitares, ataques de la guerrilla, combates entre las fuerzas
armadas y la guerrilla y detenciones masivas de quienes se oponían a la
construcción de la represa de Hidroituango en el
río Cauca, unos 250 mineros artesanales y otras personas cuyo sustento depende
del río huyeron de la zona.
En los
últimos años, las fuerzas de seguridad han calificado repetidamente de
combatientes guerrilleros a quienes se oponen a este proyecto y los han
sometido a detenciones arbitrarias. Las personas que son calificadas de
colaboradoras de la guerrilla se han convertido en víctimas de violaciones de
derechos humanos tales como ejecuciones extrajudiciales, desaparición forzada,
desplazamiento forzado y amenazas. El miedo a perder su medio de vida se ha
instalado entre los habitantes de la zona.
El
Movimiento Ríos Vivos está compuesto por comunidades afectadas por proyectos
energéticos a gran escala, principalmente represas y otros que, según
consideran, afectan a su acceso a los recursos hídricos. También hace campaña
para proteger los medios de vida de los habitantes de las zonas afectadas por
esos proyectos. Su objetivo es defender los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales, culturales y medioambientales de las personas afectadas
por estos mega-proyectos a gran escala.
En el
caso de Antioquia, el Movimiento Ríos Vivos Antioquia integra a diferentes
organizaciones sociales, grupos y personas de los municipios de Ituango, San
Andrés de Cuerquía, Toledo, Briceño, Yarumal, Sabanalarga, Liborina y Olaya
afectados por el proyecto hidroeléctrico de Ituango, conocido también como
Hidroituango.
La represa se está construyendo en una zona afectada por el conflicto armado. En la década de 1990, los paramilitares, en connivencia con las fuerzas de seguridad, perpetraron una serie de masacres en el municipio de Ituango, uno de los que se verán afectados por la represa. No ha habido justicia para muchas de esas violaciones de derechos humanos, y quienes hacen campaña por la justicia están recibiendo amenazas a causa de su lucha contra la impunidad.
Durante el largo conflicto armado de Colombia, las fuerzas de seguridad y los paramilitares han calificado a menudo de colaboradores o simpatizantes de la guerrilla a los miembros de organizaciones de derechos humanos, sindicatos y otras organizaciones sociales. A consecuencia de ello, estos activistas se han visto convertidos en víctimas de asesinato, amenazas o desapariciones forzadas. Los grupos guerrilleros también han amenazado o matado a defensores y defensoras de los derechos humanos a los que consideraban aliados del enemigo.
Ser valiente alli es aun mas digno de mi admiración. Cuantas ignominias contra la naturaleza y las personas que la aman y que dejan su vida, lo más preciado.
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