“Mi mujer y mi hijo están en España desde hace 4 años, se lo expliqué a un marroquí y me dijo que me traería a Ceuta. En el viaje me agarré a su espalda y él fue nadando hasta dejarme en la orilla”. Pagó 300 euros por dos horas de viaje sobre un “motor humano”, como se les conoce a los nadadores. “El hombre que me trajo sólo me dijo que corriera al llegar a la playa porque si me cogía la policía me mandaría a Marruecos”.
El excelente relato de un viaje imposible al “paraíso” por Lidia Molina en P+DH.
Como casi siempre, la realidad supera a la ficción...
ResponderEliminarno se trata de llegar al paraíso, para la mayoría solo se trata de llegar a comer ó a sobrevivir...
ResponderEliminarpero da igual mientras no nos molesten demasiado pués con mirar para otro lado, total solo son imágenes lejanas de mundos cercanos.
bssss
Coyote: el relato es escalofriante, me ha impresionado de veras.
ResponderEliminari met you: tienes toda la razón del mundo, lo importante la mayoría de las veces es que no nos jodan el almuerzo.