Desconozco por qué obra de birlibirloque, en este país alguna conciencia abyecta y obtusa nos impide mirar al pasado con humildad, dignidad y justicia. Arrancar la memoria de un pueblo, como si de un miembro engangrenado se tratase, es tan imposible como ineficaz, a pesar de que existan quienes se empecinen en mantener un velo tan absurdo como inhumano.
Otros países más afortunados, como Chile, sí son capaces de recuperar su dignidad como pueblo utilizando las instituciones del Estado de Derecho. Por eso ahora han decidido procesar a 120 ex agentes de la extinta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) relacionados con las desapariciones de detenidos de la Operación Cóndor, la Calle Conferencia y la Cuesta Barriga.
Mientras tanto nosotros, cada vez que volvemos la mirada atrás, nos tenemos que tragar la indignación de contemplar el reflejo sádico de la sonrisa de los asesinos y torturados desde las tétricas tinieblas de la Historia.
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