“… no me gustan los periódicos que dan coba disfrazada de ideología, me gustan los periódicos que critican al que manda. Sean cuales sean las razones (sé tanto como cualquier lector), me gusta que EL PAÍS sea crítico con Zapatero. Primero, porque manda. Segundo, porque lo merece. Tercero, porque prefiero el periodismo rabioso, aunque esté encadenado a la Bolsa, las sinergias y las concesiones televisivas.”
Enric González en “Silencio”.
Hago mías sus razones, por coherentes y rebosantes de sentido común. A mí también me gustan los periódicos que critican al que manda (siempre, no sólo cuando conviene a los intereses del grupo que lo sustenta) y no me gustan aquellos que dan coba disfrazada de ideología (sobre todo cuando la ideología que suele imperar es el incrementar el negocio al precio que sea, incluso pasando por encima del cadáver de la información). Zapatero manda (lo mismo cuando concede la licencia a Cuatro que cuando aprueba el decreto de la TDT de pago) y se merece la crítica (echo de menos la de la primera ocasión). Y sí, es preferible el periodismo rabioso antes que el domesticado y dócil, aunque esté directamente relacionado con la salud de la cartera. Lo que hay que tener es la obligada honradez como para reconocerlo y admitirlo ante sus lectores, que creo que debe ser el primer y más importante compromiso de un periódico que se precie.
Por lo demás, Enric González, como siempre, sublime.
6 comentarios:
En nuestra ciudad tenemos un ejemplo de periodismo rabioso. Lamentablemente, esa rabia le ciega (igual que al País) y comete errores básicos de Periodismo, con lo cual hablar de Periodismo y rabioso no creo que sea una buena mezcla.
Lamento discrepar, pero una cosa es criticar al que manda y otra intentar tumbar al que no te beneficia que casualmente también manda.
Antonio Rull: estoy de acuerdo, sé perfectamente cuál es el estilete del periodismo rabioso (casposo diría yo) de esta ciudad. Y en este blog existen varias muestras de crítica a esas actuaciones.
Y en lo referente al "golpe mediático" también coincido. La crítica es buena de por sí, pero cuando se mezcla con la ambición de poder suele dar muy malos resultados.
Bueno, creo que la palabra 'rabia' al lado de 'periodismo' es cuanto menos un poco peligrosa.
No creo que se deba hacer PERIODISMO con el estómago, y evidentemente, tampoco con el corazón.
Mal vamos...
Raúl Masa: por ahí creo yo que van los tiros. Me parece una utopía pedirle a estas alturas objetividad al periodismo, quizá tampoco le haga falta. Pero sí al menos honradez con los lectores, no tratar de engañarlos.
Podría ser rabiosamente honesto, como el "Silencio" que comentas, publicado precisamente en El País. ¡Que grandes periodistas si hubiera un gran periódico! ¡Lástima de prensa, tan cortita...!
Anónimo: pues sí, la verdad es que el panorama se describe con esa palabra: lástima.
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