Como todos los años, el viernes de dolores la cofradía del barrio pasea a su crucificado por las calles. Es un momento único para recorrerlo, convivir con la gente, saludar a los amigos y hacer fotografías mientras te va envolviendo la noche de primavera y el rumor de las puertas de la semana santa de Sevilla. Os dejo algunas de las fotografías que tomé.
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Ten cuidao que las procesiones son el gancho, jajaj... cómo te gusta la penitencia! Anda que Dios te lo manda. Un beso, cuídateerrr.
ResponderEliminarRafa: ya, qué me vas a contar, pero a ver a dónde vas estos días.
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