Ayer, en
El citado documento habla de la necesidad de un nuevo proyecto y un cambio de rumbo que suponga una nueva etapa en el socialismo sevillano. Aboga, desde la autonomía y la independencia, por abrir la participación y el debate internos y por poner en práctica una política transparente de información y servicio al ciudadano de los cargos públicos y dirigentes del partido.
Hacen un llamamiento a la fraternidad frente al cainismo imperante hoy en el PSOE sevillano y “a sumar desde la ética, el ideario socialista y el respeto a los compañeros y al interés colectivo, por encima de los intereses personales o de grupo”.
El documento finaliza con un reconocimiento “al esfuerzo común de aquellos que, habiendo perdido una parte de la ilusión por el camino, siguen pagando sus cuotas puntualmente” y “a los que nos regalan su tiempo, sin pedir nada a cambio, representando al partido como interventores en las elecciones”.
Tal y como está el patio socialista sevillano, y ante la proximidad de las elecciones en las diferentes agrupaciones locales, esto es como un huracán de aire fresco.
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