Aubagne, una localidad ubicada en el suroeste de Francia, ha decidido aplicar la gratuidad al transporte público a partir de 2009. Con ella son ya 12 los municipios franceses que han implantado este sistema.
La medida afectará a 11 localidades y un total de 93.000 ciudadanos. Los responsables políticos han revelado que la recaudación que proviene de los billetes emitidos representa menos del 9% del presupuesto anual de transportes (9 millones de euros), con lo que han creído más útil incrementar el número de usuarios y ayudar a “limpiar” el ambiente que seguir perdiendo dinero.
Los costes de la medida, que se calculan en 700.000 euros, serán asumidos por la comunidad, con la posibilidad de aumentar la tasa a las empresas de transporte del 0,6% al 1% si la población llega a alcanzar los 100.000 habitantes.
Los responsables políticos esperan conseguir con la aplicación de esta medida un aumento sustancial de usuarios del transporte público, favorecido por la construcción de una nueva red de carriles dentro de un plan general de transportes limpios y sostenibles.
Otras comunidades como Compiegne (al norte de París), Châteauroux, Cap, o Noyon disfrutan ya de sistemas similares desde hace años.
El sindicato Unión de Transportes Solidarios apoya esta iniciativa de la municipalidad de Aubagne destacando que es “una decisión igualitaria y medioambiental” que ofrecerá “la posibilidad a los usuarios de acceder a un transporte que ellos mismos financian con sus impuestos”.
¡Gracias, Miguel!
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