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14 octubre 2008

TUSSAM, los árboles y la comunicación


El pasado sábado día 11 de octubre, a las 8:30 de la mañana, dos árboles se desplomaron a consecuencia del temporal sobre un autobús de la línea 14 de Transportes Urbanos de Sevilla provocando 4 heridos, entre ellos el conductor del propio autobús.

Hasta aquí lo que sería una simple nota en la sección de sucesos de cualquier diario local.

El gerente de TUSSAM, Carlos Arizaga de Pablo-Blanco, se personó en el lugar de los hechos, a pesar de ser sábado y con el ímprobo esfuerzo que esto supone, y declaró que funcionaron todos los sistemas de seguridad del autobús.

Y no le falta razón, los sistemas de seguridad del autobús funcionaron perfectamente, otros sistemas desgraciadamente no tanto.

Es difícil comprender cómo estando la ciudad en alerta naranja y formando parte la dirección de TUSSAM del comité director del Centro Especial de Coordinación Operativo (CECOP) no se informa a los conductores con servicio dicho día de la declaración de alerta naranja en la ciudad. Ni una nota informativa, ningún aviso a la flota desde el Centro de Control. Como si fuera un día cualquiera.

Si una información de este tipo carece de valor para que los conductores de una flota tan amplia de autobuses puedan prevenir los acontecimientos y circular con especial cuidado durante ese día, apaga y vámonos.

Este tipo de detalles pone de manifiesto el deterioro comunicativo que la empresa mantiene con sus empleados. Una comunicación siempre vertical y de arriba abajo, que no escucha y que ignora las necesidades de un colectivo tan heterogéneo como la plantilla a la que se dirige. A la dirección de TUSSAM sólo parece preocuparle el flanco de la comunicación que más le conviene a sus intereses, ignorando la reciprocidad necesaria para que la comunicación sea completa y efectiva.

Hasta tal punto esto es así, que han pasado ya cuatro días del suceso y, hasta ahora, nadie de la empresa se ha puesto en contacto con el conductor siniestrado para preguntarle por su estado o, simplemente, interesarse sobre cómo ocurrieron los hechos.

Si no eres capaz de preocuparte por un empleado bajo tu mando cuando sufre un percance de estas características, no quiero imaginarme lo que sucederá cuando se trate de un ciudadano anónimo cualquiera (o quizás en este caso sí que interesa).

Foto: El Correo de Andalucía

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