Aprendizaje del periodismo

Charlie Torres publica en Sin Futuro y Sin Un Duro un post sobre una entrevista que realizaron a Gumersindo Lafuente, director de soitu.es, con motivo de la celebración del III Congreso Internacional de Blogs, eParticipación y Periodismo en la Red celebrado a finales de Abril pasado, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Destaca Charlie estas palabras de Gumersindo a los estudiantes allí congregados:

“Los estudiantes de periodismo, en este momento histórico, tienen la fortuna de poder hacerse un blog que no deja de ser una herramienta de comunicación, y que puede ser unipersonal o colectiva; sin tener que depender de su universidad y en realidad de casi nadie”.

“Los estudiantes deben exigir a sus profesores y a sus decanos que adecuen los estudios al nuevo tiempo, y que no les estén dando demasiado el turre con cosas que han muerto ya o están agonizando.”

Está claro que en cualquier facultad de comunicación se puede constatar la verdad que desvelan las afirmaciones de Gumersindo.

Pero esto ocurre no sólo en la cuestión de la adecuación tecnológica a los cambios que se están produciendo en la profesión, para lo que resulta muy ilustrativo el artículo que Daniel Torres Burriel escribió en Soitu. También sucede en lo referente al ejercicio básico del periodismo de toda la vida.

Recuerdo las palabras de García Márquez cuando reivindicaba esa enseñanza, ese aprendizaje a fuego, que se ejercía en las viejas redacciones. Aquellas reuniones de final de jornada, entre nubes de tabaco y saboreando unas copas, donde los periodistas intercambiaban opiniones sobre lo acontecido en el día. Era la cotidianeidad del periodismo con pasión, del que tampoco se encuentra ni rastro en la universidad de hoy.

Te enseñaban a oler la noticia, a enfrentarla y perseguirla, a ser tozudo y no desmoralizarte ante la adversidad, y a escarbar en la realidad hasta dar con la otra cara de la noticia antes de convertirla en información.

Todo esto se echa de menos en las facultades, donde el periodismo se ha convertido en lo más parecido al aprendizaje de la profesión burocrática del funcionario.