Las palomas son esos animalitos voladores que simbolizán la paz a donde quiera que van. Sin embargo, en las ciudades, las palomas suelen convertirse en un engorro, debido a que sus defecaciones, de considerable calibre y de difícil eliminación posterior, ponen perdido cuanto monumento encuentran a su paso.
En Sevilla, que somos imaginativos como el que más, hemos dado con la solución al problema, como bien podéis comprobar en esta foto del monumento a Daoiz en la Plaza de la Gavidia.
No diréis que no es original la solución y practica, porque no veas lo limpia que está la estatua.
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