El gobierno fijó el objetivo de que para 2016 todas las casas del Reino Unido tendrán que estar libres de emisiones de carbono. Lo que se conoce en Inglaterra como “zero carbon homes”. Sin embargo, un informe publicado por la fundación del National House Building Council (NHBC) afirma que los británicos no están preparados para efectuar los cambios necesarios para convertir sus casas en sostenibles.
A pesar del empeño del gobierno en la lucha activa contra el cambio climático, los ingleses están convencidos de que una casa sostenible, además de ser más cara, requiere un mantenimiento extra. Para ellos tiene mayor importancia a la hora de elegir un nuevo hogar el hecho de conseguir una mejor cocina o cuarto de baño que la eficiencia energética.
En opinión de Imtiaz Farookhi, Director Ejecutivo de NHBC, los compradores no han participado en el debate sobre la construcción de las casas. Este se ha producido básicamente entre el gobierno, los reguladores y la industria de la construcción, ignorando la tendencia de sus demandas.
A partir de mayo de 2008, las nuevas casas que se construyan en el Reino Unido tendrán que cumplir los parámetros del Code for Sustainable Homes (normativa para casas sostenibles, pdf). Sin embargo existe mucha incertidumbre y confusión entre las constructoras sobre qué entiende el gobierno por “Zero Carbon Home” y por el hecho de que se haya focalizado todo el esfuerzo en las casas de nueva construcción, pasando por alto a las ya existentes.
La polémica de las casas eco-sostenibles en el Reino Unido está en pleno candelero. El gobierno ha publicado la lista con las 15 localizaciones donde se ubicarán las nuevas eco-ciudades de Inglaterra, enmarcadas dentro del objetivo de construir tres millones de nuevos hogares antes de 2020.
Serán ciudades de bajo consumo de energía, cero emisiones y construidas totalmente con materiales reciclados. Según la ministra Caroline Flint, las viviendas de las nuevas ciudades estarán dotadas de los estándares verdes más elevados que se pueden esperar.
Sin embargo, las voces discordantes del proyecto afirman que no acabará con la contaminación provocada por los automóviles, ya que las nuevas ciudades no cuentan con un plan de transporte público sostenible. Al no ser ciudades grandes, sus habitantes se verán obligados a desplazarse para obtener los servicios básicos necesarios para la vida cotidiana.
Sabes que me parece todo esto? palabras, palabras, palabras!
ResponderEliminarHabría que empezar con las industrias y de eso se prefiere hacer poco!
Gracias por tu trabajo de información, se está volviendo imprescindible para mí!
Un beso