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25 marzo 2008

Estudiar, según dónde, puede resultar peligroso

Los británicos andan bastante mosqueados ante la creciente utilización por parte de las escuelas de sistemas de exploración biométrica y de huellas digitales en tareas de identificación de los alumnos. Se ha llegado al caso de que son utilizados habitualmente incluso para conseguir el préstamo de un libro en la biblioteca.

Los exploradores biométricos son tecnologías utilizadas para medir y analizar las características físicas y del comportamiento humanas con propósito de autentificación.

Según un artículo (en inglés) publicado en el portal de periodismo ciudadano Sweeble, los británicos se quejan de que se utilizan estos sistemas sin el previo consentimiento de los padres y existe un temor creciente de que el almacenamiento en las bases de datos de las escuelas de las huellas digitales y exploraciones de las pupilas, junto con los demás datos personales de los alumnos, puedan llegar a manos gubernamentales, si consiguen que le den vía libre a sus propósitos de tener una base de datos a nivel nacional de todos los niños escolarizados.

Lo que nadie es capaz de explicarse es de dónde ha salido el dinero para la implantación de dicha tecnología y los motivos que la hacen necesaria, ya que desconfían de las excusas argumentadas por los centros sobre “motivos de seguridad”.

La alarma se ha incrementado notablemente a raíz de la publicación en Youtube de un vídeo en el que se puede ver el incidente registrado en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) entre un estudiante y los vigilantes de seguridad. En el vídeo se puede ver cómo el estudiante Mostafa Tabatabainejad es expulsado del laboratorio de computación de la biblioteca CLICC de Powel por tres agentes de seguridad que utilizaron varias veces sus armas Taser (arma de descargas eléctricas) para reducirlo. Al parecer, el estudiante no portaba su tarjeta de identificación de la biblioteca y se negó a marcharse cuando se lo pidió el personal de la biblioteca, que avisaron a los agentes de seguridad. El episodio, que provocó una reacción masiva de seguimiento del vídeo entre el estudiantado, se publicó (en inglés) en el diario estudiantil de la universidad The Daily Bruin y tuvo un amplio eco (en inglés) entre la comunidad universitaria.

Y es que, con la creciente obsesión por la seguridad, hasta estudiar y adquirir conocimientos se está convirtiendo en un ejercicio altamente peligroso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez todo parece más peligroso, verdad? Por suerte tenemos la información que nos proporcionan personas como tú

Cuídate Jack, mira bien en los contenedores de basura pero no descuides de mirar en los jardines de esa Sevilla que pronto olerá a flores!