Las emociones juegan un papel fundamental en la vida humana. Son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas al ambiente que provocan una actividad neuronal que, dependiendo de la actitud que tomemos, podremos o no controlar y reducir su impacto. Es lo que ha puesto de manifiesto un estudio realizado en la Universidad de Stanford por los científicos Philippe Goldin y James Gross, que ha sido publicado recientemente en la revista Biological Psychiatry, y que tenía por objetivo analizar el efecto sobre el cerebro de nuestra capacidad de regular las emociones. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras. Su impacto en el cerebro se localiza en la amígdala y en la corteza insular.
Psicológicamente hablando, las emociones alteran la atención, condicionan nuestras conductas y activan la memoria. En el plano fisiológico, producen respuestas en el organismo como expresiones faciales, tonos de voz, llanto, etc. Ante ellas, el ser humano puede adoptar dos estrategias: la reconsideración cognitiva, es decir, reflexionar sobre lo que está ocurriendo, o la represión expresiva, o lo que es lo mismo, evitar que se note lo que estamos sintiendo. La primera altera el significado de una situación potencialmente desquiciante y está relacionada con niveles reducidos de emociones negativas y con el incremento positivo del bienestar. La segunda inhibe la expresión física provocada por las emociones (llorar, reír, etc.) y se asocia al incremento de la respuesta fisiológica y con la reducción del bienestar. El estudio ha sido realizado mediante resonancia magnética funcional, técnica que permite medir la respuesta hemodinámica o de los flujos sanguíneos relacionada con la actividad neuronal del cerebro. Se sometieron un total de 17 mujeres, dado su mayor grado de reactividad emocional con respecto a los hombres, a una serie de vídeos de 15 segundos. Los vídeos, proyectados en una pantalla situada a 15 centímetros de sus caras, podían ser relajantes, como la contemplación de paisajes, o desagradables, como la matanza de animales u operaciones quirúrgicas,. Una cámara estratégicamente colocada grababa las expresiones de sus rostros y la resonancia magnética funcional medía mientras tanto su actividad cerebral de cara a establecer el grado de experimentación emocional que habían sufrido. El estudio reveló que la estrategia de reconsideración cognitiva redujo notablemente la excitación neuronal, mientras que la de represión expresiva puso de manifiesto un incremento de la actividad neuronal en la amígdala y la ínsula, aumentando la reactividad emocional e incrementando los niveles de estrés de las mujeres que participaron en el experimento. Sin embargo, estas conclusiones no son del todo generalizables, señalaron los doctores Groos Y Goldin, ya que funcionan en situaciones determinadas, mientras que en otras no serían recomendables. Así, por ejemplo, en los casos de abusos no se debe utilizar la reconsideración cognitiva para justificar el comportamiento de la persona que lo daña. Y, en aquellas situaciones en las que las emociones deben controlarse, la represión expresiva juega un papel crucial y nos ayuda a que no se desmadre una situación delicada.
¿Cómo actúas tú ante tus emociones? Cuéntanoslo.
Bueno, el hombre siempre quiere entender y medir y saber....
ResponderEliminarPero creo que siempre habrá algo que no podamos explicar, los sentimientos, aunque son pura química, los segrega el alma de cada uno.
ojala sirviera este estudio para solucionar los graves problemas de la violencia o la crueldad!
Mis emociones suelen ser libres, a veces quieren mostrar su rostro y a veces se esconden tímidas detrás de algún mueble.
besos para tí Jack ( se está poniendo interesante el cuento de Simón)
Pues, Jack, no sé. Es que por mucha explicación científica que se derrame para explicar la génesis de las emociones, creo que lo importante no es contenerlas,ni liberarlas, o desconectarlas, ni siquiera explicarlas. Brotan misteriosamente y, créeme,particularmente, tengo bastante ya con hacerme responsable de ellas. Que no es poco.
ResponderEliminarUn saludo, gran Jack.
bueno la pregunta final creo que sería ¿como actuan las emociones en ti?
ResponderEliminarSomos emociones (primarias o complejas) ó lo que es lo mismo seres emocionales.
Las emociones nos han servido para sobrevivir en entornos hostiles y para evolucionar (adaptación al medio)-lo que ahora de denomina inteligencia emocional- lo que ahora se esta investigando en patología es el xq esas mismas emociones en ciertos individuos funcionan no adaptativamente (lo que apunta lp).
Lo importante es avanzar en el control de las patologias emocionales y descubrir los métodos más eficaces para solucionar los problemas sociales que se deriban de estas patológias.
bueno pues eso que el tema es complejo y me temo que estamos en pañales.
besos
Iluso luis, no brotan misteriosamente, todo tiene una explicación más sencilla de lo que parece.
La verdad es que a veces enfrentarte a las emociones resulta complicado, sobre todo, porque la mayoría de ella bo sabes qué hacer. Como dice Iluso Luis, bastante tiene uno ya con hacerse responsable de ellas, lo cual es muy difícil.
ResponderEliminarAhora me encuentro ante uncaso parecido, he sufrido acoso laboral en mi empresa por espacio de dos meses y actualmente estoy de baja. No sé cómo afrontar el problema con claridad, no hago más que darle vueltas y no encuentro una salida fiable.
Me da pánico volver y estar a las órdenes de quien me ha acosado de nuevo y estoy hecho un lío.
Espero asesorarme lo mejor posible en breve, cuando tenga las ideas claras, y estudiar la mejor salida posible a este embrollo.
Pero las emociones que ha despertado en mí durante este tiempo son muy contradictorias y, a veces, hasta preocupantes.
Cualquier sugerencia será bienvenida.
Un saludo a tod@s.
Jack lo siento.
ResponderEliminarEncontrar una salida subjetiva es dificil, yo te aconsejo que busques ayuda profesional para evitar meterte en bucles mentales agotadores y que te ayude a tener una visión objetiva y algunas técnicas de afrontamiento.
Lo que apuntas del pánico a volver a enfrentarte con el personaje acosador, es así, si no consigues tecnicas de afrontamiento buenas, el regreso será peor.
Mi apoyo y ánimo, eres inteligente y podrás encontrar una solución.
Tambien podrías contarlo en plan post novelado, creo que te ayudaría a ti y a muchas personas que pasan, lamentablemente, por situaciones parecidas.
Un beso
Al alcohol me voy a tener que abandonar y hacerte compañia!!!
ResponderEliminarbesos
A corto plazo duplicar la dosis de jack daniels sería efectivo , pero a la larga te irá mejor que te ayude un profesional , mi chica pasó por lo mismo , baja incluida , y ahora está estupenda.
ResponderEliminarÁnimo!!!
Una buena patada en los huevos para el acosador no sería mala terapia. Sí, ya sé. Es una proposición muy brusca, pero con esos tíos es lo único que funciona. Eres un hombre muy inteligente y seguro que hallarás algún recurso preventivo contra quien convierte la palabra responsabilidad en abuso de poder. Hace falta ser desgraciado para no saber disfrutar y aprender de alguien como tú. Un abrazo, Jack.
ResponderEliminarJack, me resulta sorprendente lo que cuentas! espero que en cuanto puedas escapes de esa situación, seguro que ya tienes en tu mente algún camino por el que salir.
ResponderEliminarUn beso, (comprendo lo que sientes)
Os agradezco a tod@s el apoyo y los ánimos, la verdad es que me vienen de maravilla. Os aseguro que siempre he sido un luchado, que jamás me vencen las adversidades y que es ahí donde radica mi fortaleza. De esta tampoco me van a tumbar, ese es mi empeño y estoy seguro de que lo voy a conseguir.
ResponderEliminarPrometo manteneros informados.
Un saludo.
Mucho ánimo Jack espero que tus problemas laborales ya estén solucionados.
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante tu blog. Estoy metido en un bucle mental que me agota e intento encontrar alguna forma de salir antes de recurrir al apoyo de un profesional.
Un saludo!
Juan: ojalá pudiera decirte que sí, pero te aconsejo que te apoyes siempre en los profesionales. A mí me ha ido de perlas.
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