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23 septiembre 2010

Intenta suicidarse el día que lo iban a ejecutar

Brandon Rhode, un estadounidense blanco de 31 años, será ejecutado en Georgia, a las nueve de la noche de hoy, 24 de septiembre. Su ejecución por inyección letal había sido fijada para la tarde del pasado 21 de septiembre, pero surgió un pequeño inconveniente; Rhode intentó suicidarse esa misma mañana.

La Corte Suprema de Georgia suspendió la ejecución debido a una moción presentada por sus abogados en la que solicitaban una suspensión de emergencia, ya que habían tenido noticia del intento de suicidio de su cliente y de que había sido trasladado desde el corredor de la muerte a un lugar no desvelado para recibir tratamiento.

Los abogados alegaban que no se les había facilitado información sobre el “paradero, estado físico, estado mental, datos del tratamiento o sustancias que pueda haber ingerido o le puedan haber sido administradas” a Rhode, por lo que entendían que, en la práctica, se encontraba “sin asistencia legal y sin acceso a los tribunales y a los remedios el día previsto para su ejecución”.

También adujeron que su cliente podía ser “no apto” para ser ejecutado en virtud de la legislación estadounidense, ya que puede no tener una comprensión racional de los motivos y la realidad de su castigo. Los letrados solicitaron acceso a él y a su historial médico y penitenciario.

Según el Departamento de Prisiones, la suspensión de la ejecución era válida hasta las dos de la tarde del 23 de septiembre, es decir ayer, y tiene como finalidad dar a los abogados tiempo para presentar una moción sobre la aptitud de su cliente para ser ejecutado. La orden de ejecución original no expira hasta el 28 de septiembre, y el director general de Prisiones ha fijado la nueva fecha para las nueve de esta noche.

Rhode fue condenado a muerte en febrero de 2000 por el asesinato de Steven Moss y sus dos hijos, de 11 y 15 años de edad, cometido durante un robo en la casa de las víctimas el 23 de abril de 1998. El otro hombre acusado con él, Daniel Lucas, también fue condenado a muerte, y se encuentra en el corredor de la muerte sin que se haya fijado fecha para su ejecución.

Una vida marcada desde su nacimiento

Brandon Rhode sólo tenía 18 años en el momento del delito. Nació en Misisipi, hijo de una madre de tan sólo 15 años que ni siquiera supo que estaba embarazada hasta el quinto mes de gestación. Durante ese tiempo, la joven consumió alcohol y drogas.

Se le ha diagnosticado daño cerebral orgánico, y en 2010, utilizando métodos modernos de análisis, los expertos concluyeron que “definitivamente, sufre trastorno del espectro alcohólico fetal” y que su desarrollo se vio notablemente ralentizado a consecuencia de su exposición al alcohol mientras era un feto.

Para colmo, Rhode empezó a beber alcohol a los 11 años, y a los 13 ya consumía alcohol y drogas de forma habitual y con esa edad fue hospitalizado tras un intento de suicidio. Dos años más tarde abandonó la escuela y fue enviado por su madre a vivir con su padre biológico, que era drogadicto y alcohólico. El consumo de sustancias por parte de Brandon fue en aumento, y el adolescente empezó a robar en casas para conseguir dinero con el que comprar alcohol y drogas. Ha pasado casi toda su vida adulta, primero en custodia preventiva, y luego en el corredor de la muerte tras una infancia de privación, problemas de desarrollo y consumo de sustancias.

El Dr. Richard Adler ha manifestado que “lo que sabemos con seguridad en 2010 […] es que el cerebro de un niño sano sigue creciendo, desarrollándose y madurando hasta más allá de los 20 años. Durante ese tiempo, las funciones ejecutivas del cerebro –control de los impulsos, capacidad de juicio, planificación, apreciación de las consecuencias, empatía, capacidad de corregir el rumbo– son las últimas áreas del funcionamiento cerebral que se desarrollan. Es por eso por lo que los adolescentes –incluso los de 18 años, como lo era Brandon Rhode en 1998– tienen una menor capacidad en estas áreas de funcionamiento cognitivo que los adultos. Además, los déficit característicos asociados al trastorno del espectro alcohólico fetal agravan aún más las deficiencias asociadas a la inmadurez cerebral de los adolescentes […] en la práctica, Brandon funcionaba […] al nivel de una persona considerablemente más joven que su edad cronológica en el momento de los delitos en cuestión”.

Por si no fuera bastante, sus abogados han advertido en su moción que el mejor amigo de Brandon en el corredor de la muerte, Leeland Braley, se suicidó en la celda contigua a la suya el pasado 1 de enero de 2010 y que el 19 de noviembre del año pasado, otro recluso, Timothy Pruitt, fue víctima de homicidio o se suicidó en la misma planta del corredor de la muerte.

Fuente | Amnistía Internacional.



1 comentario:

Enrique dijo...

Salvajes los que asesinan y matan, pero no lo son menos aquellos que en nombre de la justicia hacen lo mismo. Esta es una de las consecuencias de las grandes desigualdades que existen en la sociedad, la que sea, por eso es falso que exista democracia verdadera, no todos tenemos los mismos derechos ni las mismas oportunidades. Es triste y lamentable ver como en el siglo XXI se continúa jaleando por la muchedumbre cualquier acto de violencia por mucho que se quiera hacer creer lo contrario.
Salud Grego.