El Partido Popular se define en el tema de los toros por la defensa de la libertad. Al que no le gusten, que no vaya –dicen-, a nadie se le obliga a asistir a un espectáculo que no es de su agrado. Estupendo, me encandila esa defensa a ultranza del individualismo.
Pero, ¡ay amigo!, cuando se trata del aborto o algún tema parecido, especialmente escabroso para la lata de conservas de su ideología, el individualismo pasa a ser herejía recriminable y perseguible, como en los mejores tiempos.
Aquí ya no vale que al que no le guste que no lo practique. Aquí lo que vale es la imposición pura y dura, la intransigencia, el no pasarán. La intolerancia que les viene caracterizando desde siempre.
Y entonces cualquier manifestación es buena y deja de ser una alteración del orden público como por ensalmo, y las almas cauterizan por obra de esa catarsis divina de la inquisición por decreto ley.
Viva la libertad, y a otra cosa mariposa.
2 comentarios:
es curioso jack, todo eso lo luchanos, lo sufrimos y lo dimos por cerrado hace ya muchos muchos años, ahora desde muchos kilometros, vidas y sueños cumplidos, solo me parecen espantapajaros vintage insistiendo en algo tan apolillado que o da risa o ganas de llorar de tan estupido, casposo y hortera.
Pobre alguna españa!lo bueno es que sus slogan ya no sirven ni para basura reciclable.
bss
Sí señor, poniendo las habituales falacias de los argumentos del pp al decubierto.
Se agradece.
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