La policía de Canadá (ignoro si la montada o la de a pie) ha ordenado arrestar al obispo católico Raymond Lahey al descubrirle imágenes de pornografía infantil en su portátil cuando regresaba al país por el aeropuerto de Ottawa.
El tipo, que ha desaparecido milagrosamente tras ser descubierto (cosas de San Cucufato), se encargaba de negociar los acuerdos con aquellos que sufrieron abusos sexuales por religiosos en su diócesis desde 1950. Manda cojones, un pedófilo negociando acuerdos por abuso sexual. Lo que hay que ver.
Así que, si llevas la cuenta y en palabras de la propia Iglesia Católica, ya tenemos un efebófilo menos en Canadá. O un Teófilo, según se mire.
Bueno me voy, que me hago un lío con las palabras.
2 comentarios:
qué asco por dios.
Deberían caparlos a todos.
S.: bueno, esa idea ya se está barajando.
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