No se me ocurre nada que comentar en este post, no tengo palabras, no he sabido encontrarlas. No entiendo cómo a algo tan mezquino y bajuno se le puede denominar “humor dominical” y cómo quien lo práctica se puede considerar un periodista mínimamente serio.
Eso no es ni humor, ni periodismo, ni digno de alguien que se considere a sí mismo como periodista. Este tipo de cosas son las que envilecen a la profesión, son la vergüenza del periodismo.
Rubiales, te has pasado tres pueblos
6 comentarios:
Ah, ¿pero este tío es periodista?
Jesu: Eso dice él-.
Parece que lo ha publicado un tal Rubén en la sección de "Colaboraciones" del blog, o algo así. De todas formas, me parece una entrada bochornosa.
Ud. lo escribió hace unos días:, no nos engañemos, los blog son la anarquía , “son cajas de resonancia”. El sr Rubiales tiene el mismo derecho que cualquier otra persona que abra una cuenta en blogger para escribir chorradas en latín o en castellano, el mismo que ud para estar en desacuerdo, pero apelar a la profesionalidad periodística no me parece lo más justo en este caso.
El artículo, o post, del que estamos hablando no está publicado en ningún periódico o libro y han sido cientos o miles de “anarquistas del internete” con y sin carrera periodística, los que han vacilado, con mayor o menor fortuna, con el affaire.
Otra cosa es la carrera que ese señor tiene a sus espaldas, los precedentes. Pero en este caso creo que el culpable del cachondeo dentro de la anarquía internetera (hayla) es el padre de las menores.
Reciba este comentario que no tiene ánimo de confrontación. Soy un lector habitual de Jack Daniels blog (al que tengo en mi lista de “recomendados”). Yo también publique una Galería Gótica , no soy periodista y defiendo su derecho, Gregorio, a que se haga gótico si quiere .
Saludos cordiales.
Gabriel: si yo te contara sobre las colaboraciones que he visto en ese blog, que por cierto luego se jacta de dar lecciones de democracia verdadera y auténtica a todo quisque.
Necronomicón.net: por supuesto que no advierto en su comentario ningún ánimo de confrontación, es más me parece de lo más adecuado para entablar un debate desde el respeto y que sea enriquecedor. Vayamos por partes.
Estoy de acuerdo con Vd., y vaya por delante, que Zapatero en este asunto ha estado de lo más torpe. Yo diría que en lo referente a la comunicación su torpeza viene ya de lejos.
En efecto, yo he dicho que los blogs son lo más parecido a la anarquía que he visto, y no me retracto. Pero anarquía no tiene por qué significar falta de respeto o indignidad. La anarquía también tiene su ética y la mayoría de las veces es más coherente que muchas de las éticas imperantes hoy dia.
No he dicho en ningún momento que Rubiales no tenga derecho en su blog a hacer lo que le dé la gana, me parece muy bien, al igual que yo en el mío. Pero si se fija en el apartado del blog "Qué es Voto en blanco?", comienza con este párrafo:
"Es la página de un grupo de periodistas, escritores y profesionales radicados en Sevilla, todos ellos descontentos con la democracia mediocre que nos rodea y envuelve, convencidos también de que la crítica y el contrapeso del poder son elementos sustanciales de la verdadera democracia."
Yo no creo que ese post sea crítica constructiva, ni que sea sustancial para una democracia verdadera. Creo que es una utilización bajuna de unas adolescentes con el único objetivo de desgatar a su padre que, casualmente, es el Presidente del gobierno. Se podrá criticar que Zapatero no debía haber permitido a sus hijas posar con Obama en la sesión fotográfica si quería salvaguardar su intimidad, hasta ahí me parece correcto. Pero utilizar la imagen de dos adolescentes menores y vincularlas con el España se rompe y demás monsergas me parece de una indignidad, de una bajeza de miras y de una poca vergüenza que no sé cómo quien lo practica puede sentirse periodista.
Le agradezco su aportación, de todas formas y espero que este comentario lo entienda como una agregación de ideas para el debate y el entendimiento y, por supuesto, con todo el respeto del mundo.
Un saludo.
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