Los socialistas e Internet

“Los socialistas concebimos Internet como un espacio de libertad, modernidad e igualdad de oportunidades, donde las personas se comunican, relacionan e informan intercambiando ideas y compartiendo conocimiento.”

Este alegato, que suscribo en su integridad, forma parte de las resoluciones del 37 Congreso Federal del PSOE, celebrado en julio de 2008 en Madrid. Con él se inicia un recorrido por las propuestas para desarrollar la Sociedad de la Información con cinco objetivos fundamentales bien limitados: la igualdad, la pluralidad, la mejora de las condiciones económicas y la mejora de los servicios públicos.

Ayer, con motivo de la celebración del Día Internacional de Internet, el PSOE difundió el Manifiesto Socialista por el Día de Internet 2009, que Manolo Almeida ha diseccionado y analizado con maestría en Mangas Verdes, dentro de una serie de posts excelentes en los que nos viene desmenuzando las diferentes propuestas de los partidos en lo que se refiere a Internet en sus programas para las próximas Elecciones Europeas.

La pregunta es ¿se puede conservar ese “espacio de libertad” manteniendo en España lo contrario a lo que se vota en Europa, nombrando a una ministra que se ha posicionado abiertamente en contra de esta concepción de Internet defendiendo los intereses de unos cuantos por en cima de los todos, sin aceptar clara y abiertamente que compartir contenidos sin ánimo de lucro no es un delito? ¿Van a continuar oponiéndose a la guerra contra la libertad en Internet que han declarado políticas como las de Sarkozy?

Esas son las respuestas que demanda el ciudadano y no precisamente en manifiestos conmemorativos, sino en el propio programa electoral al que han de otorgar su voto.

Están muy bien las apuestas por el software libre, por la red social y por la eAdministración. Estoy de acuerdo en que Internet puede ser una herramienta decisiva a la hora de avanzar hacia un modelo económico sostenible y en que es más necesario que nunca reducir la brecha digital y abaratar el acceso a Internet para universalizarlo.

Pero de nada sirve todo eso si se apuntala lo básico: la red tiene que seguir siendo libre para que siga siendo red. No estamos hablando de un mercadillo cualquiera donde hacer negocios, ésa es la visión más estrecha de la red y la más interesada. Estamos ante un ámbito de libertad, de la libertad personal que protege la Constitución Española y es necesario garantizar que va a seguir siendo así.

Un partido progresista tiene que ser permeable a estas exigencias porque así lo demanda toda la sociedad, que es en definitiva quien le va a otorgar la legitimidad mediante las urnas. Aquí no cabe la tibieza, el amagar para no dar después.

Si hace oídos sordos, la apuesta por las nuevas tecnologías será en falso y tendremos que ser los ciudadanos quienes pongamos las cosas en su sitio con las herramientas que contamos para ello.

Y tengo muy claro que, si es necesario, lo haremos.