Un buen amigo mío y excelente periodista (aunque todavía no ha terminado su carrera), Charlie Torres de Sin futuro y sin un duro, escribió en marzo del pasado año sobre Sevilla en el blog:
“Sevilla, tiene una pasión especial, por el costumbrismo, por bajar al río a bañarse aunque esté prohibido, por marginar al marginado y erigir rey de reyes al acomodado. El progreso contra la costumbre. Es algo que Sevilla respira mientras se rige por los dictados de la pasión.
Las leyes tradicionales, que hacen que sentarse en una silla en La Campana para ver las procesiones de Semana Santa, solo sea posible si heredaste el sitio, o el espabilao que la tiene heredada, te la alquila“.
Es la visión, no muy alejada de la realidad, de alguien que nos contempla desde afuera. Alguien con una mirada incisiva y crítica que escudriña con sabiduría en las cicatrices de heridas ancestrales, que se arrastran a través de los tiempos como fantasmas lastrados con pesadas cadenas. Una parte de Sevilla es así, un lastre histórico que nos mantiene anclados a las profundidades de los tiempos y a la superstición ignorante. Una parte cuyos intereses dependen de que dicho lastre permanezca así per secula seculorum.
Las dos grandes transformaciones de la ciudad en la democracia que vivimos las han llevado a cabo personas que se alejan notablemente de este estereotipo inmovilista que tanto ha estancado a esta ciudad. Fueron la transformación radical que Manuel del Valle y su equipo realizó para la Expo del 92 y la que ha llevado a cabo, y todavía anda en el empeño, el actual alcalde de la ciudad Alfredo Sánchez Monteseirín. Personas comprometidas con sacar a Sevilla, una ciudad con un potencial enorme, del ostracismo al que se ha visto sometida a lo largo de su historia por quienes han hecho de ese costumbrismo un arma infalible para perpetuarse en su posición dominante. No cambiar nada para no perder, para continuar igual y que nadie amenace mi posición de privilegio, aunque sea inmerecida.
En el mundo de los medios de comunicación sevillano no ha sido diferente en absoluto. Pero si existe un medio que se caracteriza por defender a ultranza ese costumbrismo veneno que nos ahoga desde el inicio de los tiempos ése es ABC de Sevilla. Desde siempre alineado con esa clase dominante que la principal culpable de nuestra ancestral permanencia en el fango del olvido, se ha caracterizado por mantener posturas inamovibles que han impedido notablemente el progreso y la modernización de la ciudad.
No hay más que leer en la edición digital de hoy el artículo titulado Sevilla sin Sevillana firmado por esa mente preclara donde las haya del periodismo de calidad que es Antonio Burgos. Sí, el mismo que en un alarde de academicismo sin par llamó modistillas a las ministras del gobierno Zapatero.
Se queja Burgos de que el comercio sevillano de toda la vida está despareciendo (más costumbrismo) y pone como ejemplo a los comercios tradicionales de la calle Tetúan. Pero lo que no dice este defensor sin par de la más acendrada tradición inmovilista es que esos mismos comerciantes fueron los que se opusieron radicalmente, manifestaciones y cortes de tráfico incluidos, a que Monteseirín transformara la calle en peatonal. A raíz de aquella trascendental medida, los ciudadanos pudieron recuperar para su expansión y ocio una de las calles más emblemáticas de la ciudad, con la consiguiente e inmediata revalorización de los locales comerciales de la misma, cuyos precios se pusieron por las nubes. Tan alto fue el impacto de aquella medida que llegó a ser una de las ocho calles más cara de España. Y fueron esos mismos comerciantes, tan defensores de la empresa sevillana ellos, quienes no dudaron en vender sus locales comerciales ante las suculentas ofertas recibidas de las franquicias multinacionales, que desde el primer día se percataron del potencial comercial ascendente que había adquirido Tetuán.
Esos mismos comerciantes sevillanos, con una indiscutible visión de futuro y un ojo clínico como ninguno para los negocios, son los que ahora están recogiendo firmas, alentados por el otro defensor y benefactor del costumbrismo cancerígeno que devora a esta ciudad -el PP o la derecha sevillana, como queráis llamarlo- para que no se efectúe la peatonalización de la calle Asunción. Y también son los mismos que se opusieron, y han conseguido pararlo, a la instalación del carril bus en la Avenida Luis Montoto -una de las más castigada por la doble fila- porque siempre han sido los más férreos defensores de que prive el interés privado (es decir el suyo propio) antes que el del colectivo.
Esta es la sevillanía rancia y añeja que defiende esa momia de las letras y del pensamiento que es Antonio Burgos.
“Sevilla, tiene una pasión especial, por el costumbrismo, por bajar al río a bañarse aunque esté prohibido, por marginar al marginado y erigir rey de reyes al acomodado. El progreso contra la costumbre. Es algo que Sevilla respira mientras se rige por los dictados de la pasión.
Las leyes tradicionales, que hacen que sentarse en una silla en La Campana para ver las procesiones de Semana Santa, solo sea posible si heredaste el sitio, o el espabilao que la tiene heredada, te la alquila“.
Es la visión, no muy alejada de la realidad, de alguien que nos contempla desde afuera. Alguien con una mirada incisiva y crítica que escudriña con sabiduría en las cicatrices de heridas ancestrales, que se arrastran a través de los tiempos como fantasmas lastrados con pesadas cadenas. Una parte de Sevilla es así, un lastre histórico que nos mantiene anclados a las profundidades de los tiempos y a la superstición ignorante. Una parte cuyos intereses dependen de que dicho lastre permanezca así per secula seculorum.
Las dos grandes transformaciones de la ciudad en la democracia que vivimos las han llevado a cabo personas que se alejan notablemente de este estereotipo inmovilista que tanto ha estancado a esta ciudad. Fueron la transformación radical que Manuel del Valle y su equipo realizó para la Expo del 92 y la que ha llevado a cabo, y todavía anda en el empeño, el actual alcalde de la ciudad Alfredo Sánchez Monteseirín. Personas comprometidas con sacar a Sevilla, una ciudad con un potencial enorme, del ostracismo al que se ha visto sometida a lo largo de su historia por quienes han hecho de ese costumbrismo un arma infalible para perpetuarse en su posición dominante. No cambiar nada para no perder, para continuar igual y que nadie amenace mi posición de privilegio, aunque sea inmerecida.
En el mundo de los medios de comunicación sevillano no ha sido diferente en absoluto. Pero si existe un medio que se caracteriza por defender a ultranza ese costumbrismo veneno que nos ahoga desde el inicio de los tiempos ése es ABC de Sevilla. Desde siempre alineado con esa clase dominante que la principal culpable de nuestra ancestral permanencia en el fango del olvido, se ha caracterizado por mantener posturas inamovibles que han impedido notablemente el progreso y la modernización de la ciudad.
No hay más que leer en la edición digital de hoy el artículo titulado Sevilla sin Sevillana firmado por esa mente preclara donde las haya del periodismo de calidad que es Antonio Burgos. Sí, el mismo que en un alarde de academicismo sin par llamó modistillas a las ministras del gobierno Zapatero.
Se queja Burgos de que el comercio sevillano de toda la vida está despareciendo (más costumbrismo) y pone como ejemplo a los comercios tradicionales de la calle Tetúan. Pero lo que no dice este defensor sin par de la más acendrada tradición inmovilista es que esos mismos comerciantes fueron los que se opusieron radicalmente, manifestaciones y cortes de tráfico incluidos, a que Monteseirín transformara la calle en peatonal. A raíz de aquella trascendental medida, los ciudadanos pudieron recuperar para su expansión y ocio una de las calles más emblemáticas de la ciudad, con la consiguiente e inmediata revalorización de los locales comerciales de la misma, cuyos precios se pusieron por las nubes. Tan alto fue el impacto de aquella medida que llegó a ser una de las ocho calles más cara de España. Y fueron esos mismos comerciantes, tan defensores de la empresa sevillana ellos, quienes no dudaron en vender sus locales comerciales ante las suculentas ofertas recibidas de las franquicias multinacionales, que desde el primer día se percataron del potencial comercial ascendente que había adquirido Tetuán.
Esos mismos comerciantes sevillanos, con una indiscutible visión de futuro y un ojo clínico como ninguno para los negocios, son los que ahora están recogiendo firmas, alentados por el otro defensor y benefactor del costumbrismo cancerígeno que devora a esta ciudad -el PP o la derecha sevillana, como queráis llamarlo- para que no se efectúe la peatonalización de la calle Asunción. Y también son los mismos que se opusieron, y han conseguido pararlo, a la instalación del carril bus en la Avenida Luis Montoto -una de las más castigada por la doble fila- porque siempre han sido los más férreos defensores de que prive el interés privado (es decir el suyo propio) antes que el del colectivo.
Esta es la sevillanía rancia y añeja que defiende esa momia de las letras y del pensamiento que es Antonio Burgos.
17 comentarios:
Yo soy sevillano y estudio fuera de sevilla. Esto me ha permitido ver con mas claridad el tradicional inmovilismo sevillano. Pero sinceramente creo que no son solamente las clases acomodadas las que impiden cualquier progreso en nuestra ciudad. Creo que ese inmovilismo es inherente a la generalidad de los sevillanos, sea de la condicion social que sean. Considero Sevilla un ciudad muy peculiar y distinta de otras muchas en toda España y creo que es esa originalidad lo que nos hace atractivos a los ojos del resto de España. Aún así estoy de acuerdo contigo en el absurdo acomodamiento y desgana de cualquier que se produzca en la ciudad. Y para terminar un par de preguntas:
1. ¿Cuando se peatonalizo la calle Tetuan estaba el PSOE? Porque yo vivo en la calle Rioja y por aquel entonces (1994-1995) yo era un crio y no recuerdo bien, pero Monteseirin seguro que no estaba en el consistorio.
2. ¿Qué te parece que en una manifestacion en contra de la ocupación israeli en Gaza se ondeen banderas republicanas y banderas andaluzas con la estrella roja? A mi me parece otro rasgo de la rancia actitud de este tipo de colectivos.
Un saludo
Harris: es cierto, somos peculiares y duales, aquí pocos son neutrales, sin embargo eso no debería ser para nada incompatible con el progreso de la ciudad, al menos yo no lo creo así.
Que yo recuerde, creo que la calle Tetuán se peatonalizó con el Partido Andalucista en el poder en coalicción con otro partido que me parece fue el PSOE.
En cuanto a lo de ir con banderas republicanas o andalucistas a las manifestaciones contra la invasión de Gaza, me parece muy respetable que cada uno se identifique como quiera, siemrpe y cuando el respeto por el otro sea la actitud que impere.
Un abrazo.
Yo no puedo hablar de Sevilla porque sólo he tenido la suerte de visitarla un par de veces. Eso sí, desde el primer momento me pareció una ciudad especial y embriagadora.
Sólo puedo hablar de un tiempo en que Antonio Burgos tenía repercusión mediática nivel nacional y lo que me fastidiaba el modo soberbio en el que dictaba sentencia al hablar, como si su discurso fuera dictado por un ser superior y él fuera el único portavoz autorizado.
Espero volver pronto a dar una vuelta por Sevilla y ver cómo ha ido mejorando.
Salu2
Markos, es una lástima que un dominio tan excelente de la lengua, porque él lo tiene, se despilfarre de una forma tan descabellada. Si emplease ese lenguaje tan florido y rico en el sentido correcto habría que quitarse el sombrero, pero nadie juega a lo que no quiere.
Si vienes pronto a Sevilla te quedarás alucinado de cuánto a cambiado para bien. Espero que te guste lo nuevo y que lo que te ya te gustaba de antes continúe imperecedero.
De todas maneras, bienvenido cuando esa llegada se produzca.
Por cierto, qué os parecen las declaraciones de Aznar?un saludo
Tengo la suerte de visitar Sevilla un par de veces o tres cada año. Coincido con usted en que Sevilla tiene un potencial no desarrollado brutal, ya que es ciudad maravillosa y eterna donde las haya. Un buen amigo me solía decir: los sevillanos tienen una ciudad que no se la merecen. Y creo que es cierto; más que nada por ese inmovilismo del que hablas.
PD: pero aún así, me parece excesivo afirmar que Sevilla es una ciudad que se ha visto "sometida al ostracismo a lo largo de su historia".
Un Saludo.
Álvaro: si esa expresión la aplicas en proporción a esa potencialidad brutal que sabemos que tiene no deja de ser, en cierta manera, una especie de ostracismo. Y te aseguro que se ha arrastrado a lo largo de siglos.
Harris: lo de Aznar con respecto a Obama, que supongo que será a lo que te refieres, da para escribir un post de bastante extensión. Lo que ocurre es que cansa tener que escribir cada vez que ese señor abra la boca.
No se si lo que estais planteando como nucleo del debate es que a Sevilla le sobra una parte de los sevillanos. Yo abogo por mantener esa especie de sevillano tradicionalista, costumbrista si quereis llamarlo así, pero ¿ No es ese Monteseirin el que va a todso las cofradias? ¿ No se sentó en el escenario cuando esa carca de Burgos dia su pregon de semana santa? Defiendo la tradición, que ademas no creo que sea la causa del poco potencial que se le saca a la ciudad. ¿Acaso los catalanes achacan a los castellets los retrasos y la falta de iniciativas de sus politicos?
Recuerdo unas sevillanas de un magnifico grupo (Los del Guadalquivir) que hablaban de romper la pandereta..encontrando, entonces, incoherencias entre el mensaje y el estilo "panderetil" con el que se transmitia.
Hoy, considerandome amante del flamenco, las sevillanas, los cantes de mostrador, las reivindicaciones sindicales, las politicas socialistas, internet, mis recuerdos de Triana, los carriles bicis, las peatonalizaciones, un bautizo en al que cada uno se sirva su copa sin complejos, una boda de postin, una copa en un velador, una cena en un restaurante, una bandera tricolor, o con una estrella, una charla de taberna, un debate en un foro social, etc., etc., he comprendido que el avance, progreso, o modernizacion, no esta reñido con el resto de cuestiones ¿diferencias? solo esta en avanzar sumando o restando...prefiero que sigamos sumando, manteniendo o mejorando esa peculiaridad de ciudad unica con la que nos ven en todo el mundo, para ello tenemos que conjugar todo con el todo, eso significa que .........las cofradias pasen por zonas peatonales, las zonas empresariales tengan un bar donde canten por sevillanas, por la feria paseen los chavales en vaqueros con una muchacha a la grupa vestida de flamenca (o viceversa), y que en definitiva no se tachen a los unos de costumbristas ni a los otros de descastados...!!!oiga!!! que en Sevilla hay para todos...
Un abrazo, cani.
Las opinones son libres, pero los hechos son objetivos. Las calles Tetuán y Velázquez -a ver si nos aprendemos el callejero- se peatonalizaron gracias a la labor del alcalde Rojas Marcos, que gobernaba con el apoyo del PP. Podéis criticar a los rancios si queréis, cosa muy sana, pero debeís conocer antes de qué habláis. En cuanto a los carcas, ¿qué me decís de esos abonados a la mesa y mantel con cargo al erario público? Saludos.
Anónimo: creo que lo dije en un comentario anterior, que fue el PA en coalicción con uno de los dos partidos mayoritarios, no recordaba bien cuál de ellos. Y ya he dicho con suficiente contundencia que el costumbrismo a que me refiero tiene que ver con la mentalidad, no con las ideologías, que haberlos los habrá en todos lados y de todos los colores. Claro que si tú crees que una mente con los esquemas de la de Burgos es progreso y apertura para esta ciudad, pues apaga y vámonos. Por cierto, hablando de comidas, ¿Cuánto tiempo lleva Burgos comiendo del tópico, por cuantas chaquetas de abrigo ha pasado?.
También te vendría a ti saber de qué hablas.
Un saludo.
Sé muy bien de qué hablo. Tu post lo ha recortado el alcalde, que sabía de qué iba esto, en su blog. Se ha saltado la verdad a la torera. ¡Y esa manía con el costumbrismo...! Sevilla no avanza porque no tiene empresarios sino especuladores, porque los sindicatos son verticales como en el franquismo, porque los inversores se dedican al pelotazo fácil, y porque los que van de progres viven del presupuesto sin hacer nada. Como ve, critico a todos. Pero esto no me lo colgará el alcalde en su blog, jejejeje. Es lo malo de ser un sectario. Yno te tomes a mal las críticas, bloguero con nombre e güisqui, que no queda bonito. Cualquiera puede cometer un error. Saludos sin sectarismo.
Anónimo: te veo algo picadillo, oye. No sé si el alcalde ha recortado o no el post y lo ha puesto en su blog, es cosa suya, para eso es su blog. Pero tu discurso me suena cercano, aunque tú intentas camuflarlo bajo el anonimato. No sé dónde están los empresarios que tanto reclamas, que yo también los echo de menos, pero los sevillanos no tienen culpa alguna en ello. Y en cuanto a los sindicatos, ¿me puedes decir qué has hecho tú para cambiar esa realidad que tanto te molesta?.
Si vivir del presupuesto es subsistir de un salario como el mío, pues sí, vivo de mi salario que me gano trabajando a diario en una empresa en la llevo 29 años, casi na. Habrá que ver a qué te dedicas tú y de qué vivies realmente.
Comprendo que te guste polemizar, más cuando no estás obligado a dar la cara y decir tu nombre, es un derecho que te otorga Internet, pero comprenderás que no tengo tanto tiempo como para hacer de esto un debate parlamentario de a dos. Lo que he expresado en el post es una opinión, la mía, y sólo representa eso, una opinión particular. Si no te gusta, lo siento, no escribo para que te guste lo que escribo, sino para expresarme en libertad.
Por lo demás, bienvenidas tus opiniones y discrepancias, pero paso de debatir, porque tu discurso me suena cercano y conocido, y no tengo ganas de perder más tiempo.
Un saludo.
¡Ay, qué mal llevas la discrepancia...! Debatir no es lo tuyo y se te nota. Prfieres pontificar, que viene de pontífice: no sólo los hay en el Vaticano, por aquí también abundáis, jejejeje. Saludos.
Anónimo: pues el llevar mal la discrepancia ya me ha propiciado el que te conteste a cada uno de tus comentarios.
No se trata de debatir o no, sino de que no es mi intención cambiar tu manera de pensar. Te respeto y basta.
En cuanto a lo de pontificar, yo sólo expreso mi opinión y si no te gusta, pues lo siento, pero es la mía. Por ahí no me vas a coger.
En la cabecera del blog está expuesto desde siempre: este es mi blog y en él escribo lo que me da la gana y como me da la gana. Si no te gusta con no entrar ya está curado.
Lo que no entiendo es tu posición. Porque te he dicho en el comentario anterior que yo también echo en falta esos empresarios que miran por su ciudad, que sus intereses más preeminentes no son llenarse los bolsillos hasta las trancas a costa de lo que sea, sino el bien común de sus conciudadanos y la proyección y progreso de la ciudad donde se ganan el sustento. Yo estoy a favor de empresarios con ese perfil. Pero no me hables de Rojas Marcos, ese al que Franco exiliaba a... ¡Écija!. Por favor.
Acuérdate del negociazo del Estadio Olímpico, ahí lo tienes, todo un ejemplo de productividad y dividendos. Acuérdate del metro enterrado bajo el subsuelo sevillano, del grupo parlamentario sacado a UCD a cambio de traicionar la voluntad de los andaluces y firmar el estatuto de autonomía por el artículo 143 de la Constitución en vez de por el 151, que si no nos llegamos a echar a la calle todos los andaluces nos la meten doblada y ahora estaríamos todavía viéndoles más la matrícula a los catalanes, vascos y madrileños.
Acuérdate de todo eso, que no me lo he inventado yo.
Y, si quieres, podemos seguir conversando.
Lo del Estadio Olímpico es verdad y tienes toda la razón. Lo del pacto con la UCD no es así: te engañaron los que montaron aquella infamia para cargarse al entonces PSA. Repasa la historia y te darás cuenta de tu error. En cuanto al Estadio, llevas más razón que un santo: fue una auténtica desvergüenza apoyada por el PSOE y el PP aunque la responsabilidad mayor sea del egocéntrico y faraónico Alejandro Magno. ¿Lo ves? Discutir es bueno. Aclara cosas y sirve para aclarar los engaños del pasado.
Saludos liberales.
Anónimo; me alegro que encontremos puntos de encuentro.
Pero te voy a portaar más datos; yo viví muy de cerca aquellas campañas electorales del PA, desde la agencia que la llevó a cabo. ¿Recuerdas?. Aquella campaña el PA presentó listas en Cataluña, no recuerdo si en toda o sólo en Barcelona. Los carteles lucían la bandera andaluza abrazada a la catalana y demás.
Y al final, aunque sacó no recuerdo si dos o tres escaños por Cataluña, no obtuvo suficientes para formar grupo parlamentario, de ahí las negociaciones con Suárez y lo del Estatuto de Autonomía.
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