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13 octubre 2015

57 días en huelga de hambre por su condena a muerte y no tener acceso a los abogados

El maestro espiritual iraní Mohammad Ali Taheri está en huelga de hambre desde el 13 de agosto —57 días—, como protesta por su condena de muerte y la negativa de las autoridades de Irán a permitirle el acceso a sus abogados. Su estado de salud está empeorando, ya que no ingiere más que agua.

Ali Taheri no se reúne con sus letrados desde el 22 de agosto y las autoridades se niegan a proporcionarle por escrito su sentencia judicial, donde se explica el motivo de la condena a muerte que le han impuesto. Su protesta también se debe a la omisión en el sumario de una declaración de defensa de 200 páginas que tenía ya escrita y había entregado a su interrogador y por la negativa de las autoridades de la prisión a proporcionarle papel y lápiz para redactar una nueva declaración para su recurso ante el Tribunal Supremo. 

Sus abogados apelaron contra la condena de muerte el 18 de agosto, y la causa se remitió al Tribunal Supremo, que no ha querido proporcionar de momento ninguna información sobre la marcha del recurso de apelación. La salud física de su defendido se está deteriorando: ha perdido peso y padece hipotensión arterial. El 18 de septiembre estuvo unas horas en el centro médico de la prisión porque había perdido el conocimiento.

Mohammad Ali Taheri fue condenado a muerte el 1 de agosto por el cargo de "propagar corrupción en la tierra" (efsad-e fel arz). Había sido juzgado ante la Sección 26 del Tribunal Revolucionario en sendas sesiones celebradas el 11 de marzo y el 29 de abril. Anteriormente, en octubre de 2011, había sido declarado culpable de varios delitos, entre ellos el de "insultar a santidades islámicas", y condenado de cinco años de cárcel, a recibir 74 latigazos y a pagar una multa de 9.000 millones de riales (300.000 dólares estadounidenses). 

Ambas sentencias condenatorias tienen su origen en sus enseñanzas y prácticas espirituales, incluido el establecimiento del grupo espiritual Erfan-e Halgheh. En la actualidad cumple condena en régimen de aislamiento en la Sección 2A de la prisión de Evin, en Teherán, que administra la Guardia Revolucionaria Islámica.

Con anterioridad ha mantenido 12 huelgas de hambre y ha intentado suicidarse 4 veces, como protesta por su prolongada reclusión en régimen de aislamiento, la falta de acceso a su familia y a sus abogados y las reiteradas amenazas de muerte contra él y contra su esposa y sus hijos. 

Tras su duodécima huelga de hambre, que se prolongó del 6 al 26 de diciembre de 2014, las autoridades le permitieron el acceso a un abogado de su elección. Desde entonces se le ha permitido ver a su esposa y a sus hijos todas las semanas y a su hermano y su hermana todos los meses. Estas visitas tienen lugar en "cabina"(con una pantalla de cristal entremedias) y con funcionarios de la prisión vigilando la comunicación.

No le permiten recibir visitas de ninguno de sus tres abogados desde el 22 de agosto de 2015. Uno de ellos acudió al Tribunal Supremo el 28 de septiembre de 2015 para informarse de la marcha del recurso de apelación, pero no le dijeron nada, ni siquiera qué sección del Tribunal iba a examinarlo.

Antes de que comenzara el último juicio de Ali Taheri, las autoridades iraníes y los medios de comunicación afines al Estado —entre ellos las agencias de noticias Fars, Raja y Adyan—, lo declararon varias veces culpable de "propagar corrupción en la tierra". El 21 de noviembre de 2014, por ejemplo, el fiscal general de Irán, Hojjat al-Eslam Ebrahim Raisi, lo calificó de "corruptor en la tierra" (mofsed fel arz). En agosto de 2011, el Canal Dos de la Radiotelevisión de la República Islámica de Irán emitió unas "confesiones" suyas televisadas en las que abjuraba de sus enseñanzas y pedía a sus seguidores que no difundieran sus escritos y grabaciones. Este tipo de acciones violan la presunción de inocencia, que es parte fundamental del derecho a un juicio justo.

La Sección 2A de la prisión de Evin de Teherán, en la que está recluido desde hace cuatro años en régimen de aislamiento, está administrada por la Guardia Revolucionaria y no tiene la debida supervisión del poder judicial y las autoridades penitenciarias. 

Mohammad Ali Taheri presentó la doctrina espiritual de Erfan-e Halgheh tras recibir durante 13 años "inspiraciones espirituales", como las llama, que le capacitaron para comunicarse con una “gran conciencia cósmica". En 2006 abrió legalmente en Teherán un instituto cultural y educativo, llamado también Erfan-e Halgheh, para desarrollar y difundir sus creencias espirituales recién descubiertas y practicarlas junto con sus seguidores en "sesiones curativas", centradas aparentemente en tratamientos alternativos no medicinales. 

Las autoridades iraníes cerraron las tres sedes del instituto en Teherán en agosto de 2010, tras su detención el 18 de abril de ese año por más de dos meses. Según Fars, agencia de noticias patrocinada por el Estado, al menos 30 profesores de Erfan-e Halgheh han sido condenados a entre uno y cinco años de prisión por "insultar a santidades islámicas".

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