cabecera_tipográfica_trans

07 julio 2015

La codicia, el envoltorio del dragado del Guadalquivir

Allá por febrero de 2013, realicé con el equipo de sevilla report un reportaje en profundidad que titulamos “El castillo en el agua del dragado del Guadalquivir”. En dicho trabajo tratamos de fotografiar la realidad de una actuación que copaba los titulares de la actualidad y auspiciaba una controvertida polémica en la ciudad.

Han transcurrido dos años desde entonces y la profundización del río continúa planteando el debate sobre su idoneidad o no entre lo que se ha dado en denominar “las fuerzas vivas de la ciudad”. Pero lo cierto es que desde entonces hasta hoy sus impulsores si han destacado por algo ha sido por enrocarse en sus trece sin acometer ninguna iniciativa que suponga un cambio sustancial de cara a la realización del proyecto.

Mientras que el diagnóstico que hizo en su día el Comité Científico sigue vigente, porque en el estado de agonía progresiva del estuario nada ha cambiado, el lobby de la profundización del canal de navegación se ha dedicado a poco más que lanzar titulares con los que acaparar la atención ciudadana y conseguir que el tema no pierda actualidad.

De los 15.000 empleos que reportaría según proclamó en su día el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, Miguel Rus, no se ha vuelto a saber nada. Y se sigue echando en falta, como cuando abordamos el reportaje hace dos años, la aportación de algún estudio riguroso que sustente tan rimbombante profecía. Si algo ha caracterizado siempre al intento de venta del proyecto del dragado por parte de sus impulsores ha sido la escasez fiable de datos sobre los que argumentar sus predicciones apocalípticas.

Por si fuera poco, los datos de tráfico del Puerto de Sevillano no logran remontar lo que ya se sabía. La panacea de los cruceristas y del incremento de tráfico de mercancías que con tanta alegría anunciaban a los cuatro vientos sus defensores, con el anterior alcalde, Juan Ignacio Zoido, a la cabeza, dejan bastante que desear y no pronostican el aluvión previsto que nos haría infinitamente más ricos y felices.

Fuente: Puertos del Estado.
Desde que se inauguró la nueva esclusa (160 millones de euros) en noviembre de 2010, ninguna de las dos estadísticas ha superado los hitos de años anteriores. En lo referente al número de pasajeros los 21.255 alcanzados en 2009 y en tráfico de mercancías los casi 5,3 millones de toneladas correspondientes al año 2006. Por tanto, algo se debe estar haciendo mal desde la Autoridad Portuaria hispalense, ya que desde entonces los guarismos no han hecho sino mostrar una tendencia a la baja.

Fuente: Puertos del Estado.
En realidad, aquí pocos hablan de la recuperación de un río, que forma parte de nuestra idiosincrasia como pueblo y cuya muerte afectaría de manera muy grave a un entono protegido y Patrimonio de la Humanidad como Doñana, y a un elevado número de personas que viven de él. De lo que se habla, más que de otra cosa, es de dinero, aunque los datos de los que se disponen apunten más bien a que su empleo difícilmente va a conllevar alcanzar los objetivos previstos.

Lo más preocupante es que la ofensiva continúa a pesar del palo que hace pocos días recibió del Tribunal Supremo, en una sentencia que se basó precisamente en el mismo informe de los científicos que el lobby pretende saltarse a la torera y que cuestiona cada vez que tiene ocasión.

La ofensiva por el dinero del proyecto no puede ser más ambiciosa. Primero por la intención de no perder los fondos que la UE destinó en su día para acometer la obra (el 80% del total del coste total) y dedicarlos a otros menesteres.

Según anunció Carmen Castreño, ex presidenta del Puerto y hoy número dos de Juan Espadas en el Ayuntamiento de Sevilla, los 47,5 millones de euros se emplearán en intervenciones como la mejora de los márgenes (14 millones), el anillo ferroviario del Puerto de Sevilla, el desdoblamiento de la carretera de la esclusa, la mejora de la zona de astilleros, de la terminal de pasajeros de cruceros y la ampliación del muelle Norte.

Pero esto no ha sido suficiente para colmar la codicia y ahora pretenden continuar en 2016 con un proyecto que cada vez se torna más inviable y se gana más enemigos, eso sí, en este caso sólo con la aportación de un 20% proveniente de los fondos de la UE. Poco importa que la Unión Europea tenga abierto un expediente sancionador a España por tal motivo y que la Unesco haya urgido a cancelar de manera permanente un proyecto que además se ha caracterizado por una tramitación con graves carencias en cuestión de transparencia.

Tanto la Junta de Andalucía como el Estado han insistido en que no se dan las condiciones necesarias como para abordar un proyecto tan complejo. Sin embargo, eso poco importa a la ambición del lobby, que insiste una y otra vez en su ejecución, pero que a la hora de abordar las medidas medioambientales necesarias para paliar su impacto siempre mira hacia otro lado. Lo relevante es que el dinero vaya a donde exigen sus intereses particulares, cualquier cosa menos a la recuperación del río como exigen los ecologistas.

Artículo publicado en sevilla report.

2 comentarios:

Mark de Zabaleta dijo...

Te felicito por este excelente artículo.

Saludos

Gregorio Verdugo dijo...

Gracias, Mark.