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21 julio 2015

El ébola resiste en Liberia, Sierra Leona y Guinea

La respuesta de Médicos Sin Fronteras (MSF) a la mayor epidemia de Ébola de la historia empezó en marzo de 2014 y, pese al progreso que se ha hecho en la lucha contra el virus, el Ébola pervive, de forma obstinada, en Guinea, Sierra Leona y Liberia. 

Según informa la organización médico-humanitaria en un comunicado emitido hoy, “ya son 27.678 los infectados y 11.276 las vidas perdidas”. Además alerta de que en las últimas ocho semanas, “el número de casos en la región ha fluctuado en torno a 30 por semana, una cifra que en condiciones normales sería considerada una catástrofe”.

Joanne Liu, presidenta internacional de MSF, ya adviritió la semana pasada que "hemos visto muchos informes pidiendo cambios para que todo el mundo se centre en mejorar la respuesta a futuras epidemias”, pero que mientras tanto, cada semana hay nuevos casos de Ébola y la epidemia “todavía no está bajo control”. “Primero fue la indiferencia global, luego el miedo global, después la respuesta global y ahora ha llegado la fatiga global. Hay que acabar con la epidemia", añadió .

La situación en Guinea

En Guinea, las cadenas de contagio siguen activas en Conakry, Boké y Forecariah. Anna Halford es coordinadora de la misión en dicho país y afirma que "aún se registran entre 12 y 18 casos a la semana” en Guinea, que “siguen sin detectarse durante demasiado tiempo”. La coordinadora ha señalado que en las últimas semanas, “el 25% de los casos positivos se identifican después del fallecimiento en la comunidad de las personas afectadas".

En Conakry, MSF se ha trasladado del centro de tratamiento en Donka a uno nuevo en Nongo y continúa con su labor en toda la ciudad para combatir los rumores, el miedo y la fatiga entre la población. 

"Somos conscientes de que todo el mundo está cansado. Las autoridades están cansadas: han estado trabajando sin descanso y quieren que esto se acabe. La gente de Guinea está también cansada de la incertidumbre y el miedo", afirma Halford, quien añade: "Después de más de un año luchando contra el Ébola, nosotros también estamos cansados, pero la epidemia no ha acabado y no podemos parar hasta llegar a cero casos".

En el centro de Nongo, los pacientes positivos que lo desean pueden recibir sangre donada por supervivientes de Ébola. Después de haber realizado un ensayo con 101 pacientes en los últimos meses, se ha demostrado que esta terapia no tiene efectos adversos. Los resultados de la eficacia de este tratamiento no son públicos aún, pero se espera que se publiquen por los investigadores en las próximas semanas.

Para responder al reciente brote en Boké, en el norte de Guinea, MSF abrió otro centro de tratamiento de Ébola el pasado 3 de julio. El foco es preocupante debido a la posibilidad de que se propague a la vecina Guinea Bissau. La organización médico-humanitaria está formando a personal médico y preparando suministros allí ante la posibilidad de que llegara algún caso proveniente de Guinea Conakry.

El caso de Sierra Leona

En Sierra Leona, el número de casos de Ébola semanales sigue fluctuando en torno a la quincena. La última semana se registraron catorce y los puntos más afectados siguen siendo la Zona Occidental (Freetown) y los distritos de Port Loko y Kambia.

En Freetown ha habido un aumento: diez registrados en la Zona Occidental durante la última semana, la cifra más alta desde marzo. MSF gestiona un centro de Ébola con una maternidad en Hastings. La instalación tiene servicios obstétricos para mujeres infectadas que necesitan una atención especializada. Sin embargo, dado que otros centros en la ciudad están llegando al límite de su capacidad, este también está aceptando a otros pacientes con síntomas sospechosos del virus y no sólo a mujeres embarazadas. Actualmente hay seis pacientes ingresados.

También en Freetown, los equipos de MSF se están centrando en actividades de vigilancia en colaboración con el comité distrital de lucha contra el Ébola, que responde a los nuevos casos y hace seguimiento de los contactos durante el periodo máximo de incubación (21 días).

José Hulsenbek es el coordinador de MSF en Sierra Leona y recalca que “es esencial que cualquier caso sospechoso sea seguido en el marco de una respuesta coordinada, lo cual incluye una investigación concienzuda de los casos y la identificación y seguimiento de los contactos durante 21 días". "En este proceso, sensibilizar a la comunidad es fundamental para que la enfermedad no se propague", agrega.

En el distrito de 60, MSF sigue gestionando un centro que cubre el arco sudoriental del país. Aunque no se han registrado casos positivos en los últimos meses, el centro ha recibido casos sospechosos del virus cada semana, algo que forma parte del proceso de vigilancia. Los equipos también visitan distritos vecinos para supervisar la situación.

El centro de MSF en Magburaka cerró después de que no tuviera pacientes en dos meses. Sin embargo, un pequeño equipo sigue allí y espera abrir pronto una clínica para los supervivientes del virus.

Hulsenbek tiene claro que la labor para mejorar el sistema de salud de Sierra Leona “no acabará con esta epidemia", porque incluso antes del Ébola, Sierra Leona ya “sufría una falta de personal médico capacitado, lo cual limitaba el acceso de la población a servicios médicos básicos”. Añade que tras la pérdida de más de 220 trabajadores de la salud que han sucumbido al virus, “hay una gran necesidad no solo de financiación y promesas, sino de personal formado que esté en el terreno" .

La recaída de Liberia

Liberia fue declarada libre de Ébola el pasado 9 de mayo, tras 42 días sin nuevas infecciones. Sin embargo, Liberia ha vuelto a recaer y ha registrado nuevos casos de la enfermedad.

Carissa Guild, coordinadora médica de los programas de MSF en Liberia, sostiene que "aunque sea una decepción”, el resurgimiento del Ébola “no es totalmente inesperado" y que el riesgo de nuevos casos “existe siempre que el virus esté presente en la región".

El virus se detectó en la muestra que se le tomó a un joven de 17 años que había fallecido en las afueras de la capital, Monrovia, y desde entonces se ha extendido a otras cinco personas. 

"Estos nuevos casos demuestran que la vigilancia sigue siendo clave en la región, incluso en las zonas declaradas libres de Ébola. No podemos relajarnos hasta que la enfermedad haya sido completamente erradicada en los tres países", dice Guild.

Desde que se declarara el final de la epidemia en Liberia, MSF no ha intervenido directamente en el cuidado de los pacientes o en la investigación de nuevos casos, pero sigue preparada para dar apoyo al Ministerio de Salud en cuanto se necesite.

De momento, Médicos Sin Fronteras gestiona un hospital pediátrico de 69 camas en Monrovia para ayudar a restablecer el sistema secundario de salud que, al igual que los de Guinea y Sierra Leona, ha quedado paralizado por las muertes de centenares de trabajadores. En el recinto donde se ubica el hospital, MSF también gestiona una clínica dedicada específicamente a supervivientes del Ébola que sufren otras complicaciones de salud tras su recuperación.

La presidenta Joanne Liu ha señalado que pasar de centenares de casos por semana a solo 30 “llevó bastante tiempo y cuantiosos recursos”, pero recalca que pasar de 30 casos a cero “requiere un trabajo aún más meticuloso y difícil". "Nadie estaba preparado para la escala de esta epidemia, la mayor de la historia, ni esperaba que durase tanto tiempo. Pero no podemos perder la concentración ahora, debemos seguir trabajando hasta que la región entera se pueda declarar libre de Ébola", ha concluido.

1 comentario:

Mark de Zabaleta dijo...

Una información que nos recuerda la grave situación... que aqui los políticos ya han aparcado....

Saludos