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12 junio 2015

Más de 100 heridos en un solo día tras un bombardeo en Adén, Yemen

"En las últimas 36 horas hemos recibido más de 130 heridos, la mayoría de ellos de la zona residencial de AI-Basateen, que fue fuertemente castigada por las bombas. Un grupo de personas que acudía a un funeral también resultó alcanzado por los bombardeos". Son palabras de Thierry Goffeau, coordinador del proyecto de Médicos Sin Fronteras en Adén, Yemen.

Fotografía: Médicos Sin Fronteras
Según ha informado la organización médico-humanitaria en un comunicado, ayer atendieron en Adén a más de cien heridos, mujeres y niños incluidos, tras el intenso bombardeo que se produjo en dicha zona residencial. Desde el 19 de marzo pasado han tratado más de 2.500 heridos en Yemen, de los cuales más de 1.800 fueron atendidos en Adén. La situación en la ciudad meridional se deteriora cada vez más, los pacientes no pueden llegar a los hospitales y los equipos médicos están viendo bloqueados sus movimientos en la ciudad, lo que dificulta el facilitar sus servicios a los heridos.

Goffeau describe una situación catastrófica. "Los hospitales en Adén están abarrotados, en algunos se han puesto colchones en las entrada para tratar de acomodar a todos los pacientes. Los combates diarios y los bombardeos aéreos todavía son de gran intensidad. Mucha gente no puede acceder a servicios médicos y nosotros tampoco podemos llegar hasta ellos. Los pacientes que ya están en los hospitales tienen mucho miedo de abandonarlos", ha explicado.

Médicos Sin Fronteras trabaja en una unidad quirúrgica de emergencia en el Hospital AI-Sadaqa, en el distrito de Sheikh Othman de Adén. La organización colabora asimismo con el centro de salud Crater y lleva a cabo clínicas móviles para aquellos pacientes que no pueden llegar al hospital por sus propios medios. Dichas clínicas móviles son las que ven más limitada su capacidad de circular por la ciudad.

"Nuestros equipos han sufrido bloqueos en muchas ocasiones, tanto para circular por las calles como para acudir a recibir suministros médicos desde el puerto", se ha quejado Goffeau. "Necesitamos acceso libre para poder efectuar nuestro trabajo y ayudar a aquellos que más lo necesitan".

La ciudad embargada

La población civil en Adén no sólo está sufriendo a causa de las consecuencias directas de la guerra, sino también por la situación de asedio que supone el encontrarse rodeados por las líneas del frente.

Hassan Boucenine, coordinador general de MSF en Yemen , alerta de que "hay escasez de comida, gas, gasolina y medicamentos" y que el sistema de salud “se está desmoronando”. Relata que los pacientes con enfermedades crónicas “no pueden obtener medicamentos, hay cuerpos abandonados en las calles y la ciudad es un vertedero al aire libre, con basura cubriendo las calles".

"Es muy importante que el bloqueo para la entrada de alimentos y ayuda médica se termine y que se establezcan vías por aire, mar y tierra para que la gente pueda acceder sin obstáculos a los materiales básicos para su supervivencia", ha exigido Boucenine.

La estructuras médicas están bajo el fuego. Ayer mismo por la mañana, diversos proyectiles estallaron en Adén, muy cerca del hospital en el que trabaja MSF, y el día anterior explotó una bomba a tan sólo treinta metros de su personal que se encontraba en la ciudad. El patio del hospital de la organización médico humanitaria ha recibido impactos de bala y metralla y en Taiz, el impacto de tres proyectiles que cayeron muy cerca de un hospital con el que colaboran destruyó diversas áreas del mismo.

El sufrimiento se ceba en la población civil de las zonas residenciales altamente pobladas. La población civil es Los bombardeos aéreos han afectado a diferentes lugares del país con una elevada densidad de población, como Saná, Hodeidah, Taiz, Saada, Amran y Ad-Dhale, que reciben el castigo de la aviación.

Como resultado de los enfrentamientos, en Taiz, 57 heridos fueron tratados hace dos días en el hospital apoyado por MSF, incluido un niño de seis años que recibió un fuerte impacto en la cabeza por las esquirlas de una bomba que explotó cerca de su casa. Los equipos de Médicos Sin Fronteras en Saada ha tratado a 137 heridos que han llegado en tres diferentes oleadas a lo largo de la última semana, entre ellos muchos civiles. 17 personas más llegaron al hospital ya muertas.

Boucenine ha calificado de “inaceptable” que “las bombas, se lancen desde el bando que se lancen, se dirijan a áreas donde hay gran concentración de civiles”. “Hacemos un llamamiento para que los combatientes respeten a la población civil y la neutralidad de las estructuras médicas y de su personal, y que se permita a la población un acceso libre a la asistencia médica. Esperamos que éste sea un punto importante en los próximos diálogos de paz”, ha concluido.

1 comentario:

Mark de Zabaleta dijo...

Realmente triste....