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04 febrero 2015

La Asociación Casa del Pumarejo lamenta la dejadez del Ayuntamiento con la rehabilitación del edificio

El proyecto “Lo Hacemos Nosotras”, promovido por la Asociación Casa del Pumarejo e ideado para frenar la degradación de este Bien de Interés Cultural, ya tiene sus primeros resultados. El plan comenzó por el corazón del edificio: su patio. La iniciativa se puso en marcha debido a la dejadez del Ayuntamiento, propietario del monumento, y al empeño de la ciudadanía por frenar el deterioro de tan valioso bien.

Por tal motivo, la asociación ha emitido un comunicado en el que lamenta que “no es la primera vez que el vecindario ha de realizar labores de mantenimiento básico que no efectúa quien está legalmente obligado a ello: la propiedad del edificio”. 

“Las vecinas vienen haciendo desde hace lustros tareas como tapar goteras, limpiar canalones, pintar, desatascar desagües, etc.”, afirman. Una labor que consideran que “es menos de recibo ahora, puesto que el propietario es ya un organismo público”.

La Asociación Casa del Pumarejo asegura que por primera vez “el vecindario ha intervenido de manera global en el patio de la casa-palacio; el principal y más representativo espacio de este valioso inmueble y uno de los más peculiares del barrio, en el que, a través de las celebraciones populares que en él se organizan cada año —Cruz de Mayo, Zambomba navideña y otras—, se fortalece el tejido social y la identidad del Pumarejo”.

Además añaden que la actuación “ha consistido en resanar todos los cerramientos del patio, para evitar mayores pérdidas en sus revestimientos y que siga penetrando agua en la fábrica de ladrillo”. Para lograrlo, se han sellado todas las grietas y se ha impermeabilizado con jabelga —una cal enriquecida con arena fina— y se han restituido los canalones y bajantes, “con lo que se evitará que el agua de lluvia procedente de las cubiertas siga empapando los muros, columnas y vigas del patio, todas de madera”. 

La intervención pretende detener o ralentizar “la degradación de este importante espacio de la casa, al haberse fortalecido notablemente las barreras a la entrada del agua en sus elementos constructivos”.

No obstante, consideran que tanto este patio como la totalidad de la casa, de casi 250 años de antigüedad, todavía requieren “la rehabilitación integral que el vecindario viene reclamando desde hace 15 años, que los técnicos municipales determinaron como urgente hace ya más de diez y que, incluso, cuenta desde hace cinco con un proyecto constructivo ya aprobado”.

La obra ha podido acometerse gracias a “una amplia colaboración y participación ciudadanas, a través tanto del trabajo altruista de muchas personas como de las aportaciones económicas realizadas en la campaña de microfinanciación colectiva (crowdfunding) puesta en marcha hace dos años al arrancar el proyecto Lo Hacemos Nosotras, y que suman 20.000 euros hasta la fecha”. También destacan “el asesoramiento e implicación de profesionales y especialistas en arquitectura, construcción y patrimonio, que han marcado los criterios y directrices para la realización de los trabajos”.

De entre ellos resalta la colaboración del Museo de la Cal de Morón, cuyo impartió en marzo pasado un cursillo para el manejo de la cal; “un material de construcción cuyo empleo es cada día más recomendado por las especialistas en las actuaciones sobre edificios de valor patrimonial, dadas sus ventajas respecto a los cementos usuales, y cuyas técnicas ancestrales de manejo y aplicación han sido recientemente reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.

En opinión de la Asociación, la gran implicación de la ciudadanía en la preservación y revitalización de una de las piezas más peculiares del patrimonio cultural de la ciudad “contrasta con la actitud del Ayuntamiento de Sevilla, su propietario, que ha hecho gala en todos estos años de una clamorosa dejación de sus funciones legales en el mantenimiento del inmueble, para garantizar las debidas condiciones de seguridad, salubridad y ornato”. Dichas labores son “esenciales para la mera conservación y aún más obligatorias dado el gran valor patrimonial del inmueble”.

A todo ello hay que añadir, sostienen, “la falta de diálogo del Ayuntamiento con el vecindario, especialmente desde que se instaló el actual equipo de gobierno, con el que la interlocución ya ha sido prácticamente imposible e improductiva”. A modo de ejemplo explican que “desde hace un año ni siquiera sabemos ya qué departamento municipal es el encargado del edificio, pues la Gerencia de Urbanismo nos remite ahora a la Delegación Municipal de Hacienda y Patrimonio, mientras que ésta afirma que aún no lo ha recepcionado”. 

“Ninguno de los dos departamentos ha respondido a los escritos que les remitieron el pasado julio con el diagnóstico de patologías y la relación de actuaciones urgentes de conservación del patio que nuestros arquitectos habían dictaminado, pidiéndoles que acometieran su ejecución”, aclaran.

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