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13 enero 2015

La procesión de la líder de Podemos Sevilla

Sobre la obligación de todo periodista de buscar un buen titular existen abultados tratados que se estudian a conciencia en las facultades de comunicación, sobre todo cuando se trata de un género como la entrevista. 

Los mismos que algún erudito se debería molestar en escribir para explicar a los entrevistados que no es producente meterse en charcos en los que nada o muy poco se les ha perdido. Lo normal es que salga empapado de tales trances. Es lo que le ha ocurrido a Begoña Gutiérrez, la flamante secretaria general de Podemos Sevilla, con la polémica entrevista concedida ayer al diario El Mundo y que le ha supuesto el comienzo de una particular procesión.

'Si gobernamos y se plantea quitar la Semana Santa, los ciudadanos decidirán' es el titular que se pone en boca de esta licenciada en Derecho y funcionaria del Ministerio de Justicia. El entrecomillado hace suponer que la afirmación es literal, con independencia del contexto de la pregunta y del resto de la respuesta si lo hubiere. Sin embargo, basta leer más abajo ambas para percatarse de que no es exactamente así.

La cuestión planteada dice textualmente: “Dígame por último si es verdad eso de que si Podemos gobierna prohibirá la Semana Santa”. Y la entrevistada responde: “En Podemos todo lo decidimos los ciudadanos y los ciudadanas. Si se llegara a plantear esa cuestión, serían ellos quienes lo decidirían”. Parece lo mismo que refleja el titular elegido pero no lo es en absoluto. La exactitud ha de ser siempre milimétrica para evitar la irrupción de la interpretación por cualquier resquicio.

La respuesta de la política más bien induce a concluir que una forma determinada de funcionamiento de una organización política será aplicable a cualquier cuestión que afecte directamente a los ciudadanos, se trate de la Semana Santa o de lo que sea. 

Lo que más bien se puede deducir es que son los ciudadanos los llamados a decidir en todo aquello que les atañe, algo a lo que bastantes políticos indígenas tienen verdadero pánico. Y además es de agradecer que se incline porque sean los ciudadanos y no los militantes de su partido, como viene siendo lo habitual en el resto de formaciones políticas. En cuestiones como éstas el que la decisión se tome por la ciudadanía en su conjunto es garantía de pluralidad, tolerancia y libertad.

La torpeza de Gutiérrez radica en entrar en un tema que ni de lejos es la primera preocupación de la gente a la que aspira representar. Por eso y porque no hace falta ser un lince para saber que en una ciudad como ésta cuestionar la Semana Santa es como regalar cuchillos a un ciego para que los lance contra la mujer que gira atada en la ruleta del circo.

Ha faltado tiempo para que la yihad cofrade local se haya lanzado a la yugular de la secretaria general pidiendo poco menos que su cabeza por tal motivo. Sobre todo en el terreno político por aquello de los réditos cuando te los ponen en bandeja. Y más si la rectificación es cualquier cosa menos consistente.

En esta ciudad hipócrita te puedes llevar el dinero de los ciudadanos en sacos sin fondo para ocultarlo en países de donde jamás regresará sin que nadie se moleste en abrir la boca, más bien todo lo contrario. Pero si cuestionas lo que lleva siglos considerado como tradición y costumbre local estás perdido. 

La contradicción se entiende mucho menos cuando se afirma a los cuatro vientos que la mitad de la población de Sevilla es cofrade, según sostiene el presidente de las hermandades, Carlos Bourrellier. En ese caso es incomprensible el revuelo y el miedo latente en él, puesto que la mayoría está garantizada en el supuesto de que dicha consulta se produjese. 

No existe mayor legitimidad que gozar del amplio respaldo de los ciudadanos para un evento que afecta, y de qué manera, al conjunto de la ciudad. En Sevilla y en Bombay.

2 comentarios:

José Antonio Salido dijo...

Ya. De acuerdo. Pero... Eso de no saber como definirse "ni de izquierdas ni de derechas" sino normal... Convendrás conmigo Gregorio que no estamos en el fin de la historia de Fukuyama y que la lucha de clases (que la vamos perdiendo las clases trabajadoras y la van ganando la burgesía financiera) pues no ha desaparecido. Y eso caracteriza la ideología.

Que una Secretaria General no sepa contestar a esa pregunta y se vaya "a la centralidad del tablero" como es la coletilla -sin coñas ni dobles sentidos- de Pablo Iglesias, me parece una desgracia. En fin. Loable tu esfuerzo, magníficamente escrito, pero no quedo convencido del todo. Un abrazo.

José Antonio Salido.

Gregorio Verdugo dijo...

Gracias José Antonio, pero no he hablado de la cuestión ideológica. No era el tema a abordar en este artículo, sino la polémica por la Semana Santa. Y estoy de acuerdo contigo en que la ideología y la manera de explicarla daría para otro bastante más extenso y en que mantener una ambigüedad tan manifiesta al respecto puede ser un error que se les puede volver en contra en cualquier momento. No creo que sea tan contraproducente el definirse como de izquierdas, sin más, aunque se muestren contrarios a lo que hasta ahora ha venido desarrollando la izquierda tradicional de este país.