Saeed Jaddad, activista omaní de los derechos humanos, quedó en libertad bajo fianza el 22 de octubre, tras haber sido acusado formalmente de infringir la legislación sobre delitos informáticos Su juicio por cargos de "menoscabar la reputación y el prestigio del Estado" comenzará el 25 de enero ante un tribunal de Mascate.
Tras su detención el pasado 10 de diciembre, Saeed Jaddad fue llevado a la sección de inteligencia de la jefatura de policía de Salalah, en la provincia meridional de Dhofar, donde lo interrogaron durante largas horas acerca de sus actividades de derechos humanos, sus contactos con organizaciones de derechos humanos y sus actividades en Internet, incluidas sus críticas a organismos oficiales.
Estuvo recluido y fue interrogado en la misma habitación durante al menos cinco días, sin que le permitieran ponerse en contacto con su familia ni con un abogado. Hacia el quinto día de detención, sus interrogadores intentaron obligarlo a firmar unos documentos, que contenían acusaciones contra él como "causar daño al país y violar sus leyes" y "estar en contacto con organismos extranjeros". Se negó a hacerlo.
Esa noche lo llevaron a la fiscalía, donde fue acusado formalmente de "infringir la legislación sobre delitos informáticos" e informado de que se habían presentado otras denuncias contra él en la capital omaní, Mascate. Jaddad se negó a responder a las preguntas del fiscal sin un abogado presente. Entonces se amplió su detención siete días más.
Fue trasladado a la prisión de Taqah, situada unos 40 kilómetros al este de Salalah y donde compartió un celda plagada de cucarachas y otros insectos con al menos 22 hombres detenidos por delitos comunes y tuvo que dormir en el suelo. Unos cuatro días después lo llevaron de nuevo a la fiscalía, donde se negó otra vez a responder a las preguntas sin su abogado.
El 21 de diciembre, al comprender que no tenía otra opción, decidió responder a las preguntas del fiscal. Su detención ser prorrogó otros siete días. Sin embargo, el 22 de diciembre por la mañana, lo dejaron en libertad bajo fianza de 1.200 dólares estadounidenses y confiscaron el pasaporte a su hijo como garantía.
El pasado 18 de enero, Jaddad recibió una citación del fiscal para que compareciera ante el Tribunal Penal de Mascate para ser juzgado por cargos de "menoscabar la reputación y el prestigio del Estado", formulados contra él por haber pedido reformas políticas y sociales y haberse reunido con miembros del Parlamento Europeo en agosto de 2013.
Sin embargo, el activista ya ha declarado públicamente que se niega a comparecer y sigue siendo objeto de investigación por otras denuncias por las que podría tener que someterse a otros juicios en cualquier momento.
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