cabecera_tipográfica_trans

07 octubre 2014

Podemos Sevilla estrena círculo en la UPO



Todavía faltaba media hora para el comienzo del acto y las colas colapsaban la entrada al paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO). A la hora prevista, las seis de la tarde, el recinto estaba al completo y en los alrededores se agolpaban más de cien personas que querían acceder u no pudieron hacerlo por falta de aforo.

Se presentaba el círculo de la formación política Podemos en dicha institución y el acto contaba con la presencia de Íñigo Errejón, uno de los artífices del sorprendente resultado que esta formación política obtuvo en las pasadas elecciones europeas.

El encargado de abrir el acto y presentar al nuevo círculo fue David Moscoso, profesor de sociología en la UPO y activista en la defensa de la universidad pública, que la definió como “lugar de ideación para el cambio y fuente de masa crítica y proliferación de ideales”. Un ejemplo de ello, en su opinión, es el propio origen de Podemos en la Complutense de Madrid.

Moscoso esgrimió los datos del Observatorio del Sistema Universitario que ponen de manifiesto que la universidad española “se encuentra en el puesto 11 de los 38 países europeos donde más cuesta estudiar”. Explicó que lo mismo ocurre con las tasas de los masters y con las becas, donde “sólo en torno al 30% de la población española se benéfica de estas ayudas”, mientras que “en los países donde más barato cuesta estudiar ese porcentaje se eleva a entre un 70 y 80%”.


En opinión del profesor, dichos datos nos sitúan “en uno de los últimos lugares en términos de acceso e igualdad educativa” y ello debido, entre otros, a problemas como “la inexistencia de diálogo entre los sectores educativos que garantice una continuidad al sistema, la falta de planificación política y la ausencia de planes que garanticen una vía de acceso al mercado laboral”.

David Moscoso advirtió de la “privatización encubierta” de la universidad pública, también en Andalucía, con la puesta en marcha de numerosas universidades privadas “sin que se tengan muy claras las prioridades del gobierno andaluz”. Además denunció “la precarización” del profesorado —mediante el aumento de la carga docente e impago de los complementos—, y porque “se están contratando a interinos que, en algunos casos, cobran 200 euros al mes, son doctores con muchas publicaciones y con experiencia docente e investigadora y se les despide en mayo o junio para no pagarles el verano”.

El sociólogo justificó la necesidad del círculo recién creado por las movilizaciones que se están produciendo en el ámbito de la comunidad universitaria y porque “nos mueve la preocupación por saber el poder que tiene de hecho la universidad para instituir un determinado modelo de orden social”.

Manifestó que la voluntad del círculo Podemos UPO es fundamental alcanzar un gran pacto educativo a todos los niveles que “garantice al menos dos décadas de estabilidad en la universidad” y que tenga como referencia “las mejores en el ámbito europeo, las más participativas y democráticas, que están más arriba en el informe PISA y que son públicas, como las de Suiza, Finlandia y Suecia”.

Moscoso concluyó su intervención defendiendo un sistema educativo más participativo, con la instauración de un modelo que “implique la consulta periódica a su comunidad en decisiones cruciales sobre su naturaleza y funcionamiento” y la universidad como “institución al servicio de la ciudadanía” capaz de proveer a la sociedad de “instrumentos e ideas que ayuden a encontrar soluciones a los problemas de nuestro sistema social”, además de la necesidad de que goce de “total independencia política”. 


Podemos en Sevilla

A continuación tomó la palabra Isabel Franco, integrante del círculo Triana-Los Remedios, que explicó a la audiencia la situación actual de Podemos en Sevilla capital. Franco relató que la formación política cuenta ya con 13 círculos en la ciudad y con 2.425 inscritos y resaltó que “estamos implicados en formarnos como ciudadanos que saben de política y que saben gestionar las necesidades de la población y proponer soluciones”.

Como forma de organización provisional, hasta que la Asamblea Sí se Puede de noviembre los dote de una definitiva, han optado por una coordinadora, que “no toma ninguna decisión y sirve para poner en común aquello que los círculos están haciendo”. La organización sevillana se encuentra ahora mismo inmersa en el debate del modelo de organización, explicó Franco, para que “seamos los ciudadanos quienes tomemos conciencia de cómo pasar de la acción política en la calle a decidir cómo queremos que funcionen las instituciones”.

Según sus palabras, el objetivo no es otro que “dotarnos de la herramienta política que nos permita recuperar la soberanía popular y devolver la democracia al pueblo, democracia de alta intensidad”.


Para concluir aclaró que los círculos han comenzado a trabajar mediante la realización de talleres, deuda pública, cláusulas suelo, tratado de libre comercio, renta básica y comunicación política y también con “mesas de información y asambleas en las calles sobre qué es Podemos y las formas de participación a través de las herramientas telemáticas". 

Le siguió en el uso de la palabra Luis Silva, miembro del círculo de la Rinconada, y encargado de analizar el momento actual de Podemos en la provincia de Sevilla. Silva afirmó que “algo nos está pasando y es que de repente hemos dejado de creer en este sistema, ni siquiera que esto es una democracia”. Además, a su entender, “esta indignación, esta desesperación casi, que empezó a manifestarse en las plazas con el 15M, tiene otro componente que es que ahora hemos empezado a creer que quizás se pueda cambiar”.

Detalló que los círculos en la provincia se comenzaron a organizar “a partir del 25 de mayo”, que en la actualidad hay “en torno a 90 círculos y el número va creciendo día a día”. “Ayer mismo conocimos al de Pruna”, afirmó. Y relató a los oyentes que los círculos “están haciendo el inevitable viaje desde grupo inicial a equipo de trabajo”.

Luis Silva aclaró que, en las localidades en las que se constituyen, están promoviendo el debate y la participación y relacionarse con todos los que estén dispuestos a cambiar esta realidad, porque “si nos damos cuenta del volumen de lo que queremos cambiar, nos percataremos también de las muchas manos que vamos a necesitar”.

Definió la tarea que tienen por delante como la de “cuestionar y repensar todo desde un nuevo punto de vista que tenga que ver con la democracia real y organizar estructuras flexibles donde todo el mundo tenga un hueco”. Y justificó porque “nosotros queremos tomar el poder, es así de simple, pero no lo vamos hacer para enriquecernos nosotros como han hecho otros, sino lo que queremos es que nadie pase hambre y que nuestros hijos tengan futuro”.


La organización a nivel estatal

Sergio Pascual, ingeniero, antropólogo y miembro de la Comisión de Extensión estatal, relató el momento organizativo en que se encuentra la organización. Explicó a los asistentes los principios políticos que atraviesan todos las propuestas organizativas de Podemos, que son “tomar el poder y no pedir un cheque en blanco a la ciudadanía para ejercerlo”, porque la organización lo que ha planteado es “una serie de consensos sociales, básicos y mayoritarios, que decimos que son posibles”. Entre ellos citó “el respeto por los derechos humanos, el derecho a la vivienda, la defensa de los servicios públicos y la auditoría de cada euro de dinero público que se han llevado y que nos están pretendiendo hacer pagar”.

Luego se refirió a otra serie de cuestiones “sobre las que todavía no hay consenso social” y matizó que es ahí donde “el método” que propone Podemos toma una especial relevancia, porque sobre ellas “vamos a preguntar a la ciudadanía” para que pueda expresar su voluntad. 

En lo relativo a los principios organizativos que han logrado seducir a tanta gente, destacó que el principal es el de “democracia es una persona, un voto en cada decisión estratégica”. También se refirió a lo que él denomina “principio de soberanía estatal” a la hora de establecer “las políticas de alianzas que queramos adoptar en el futuro” y a que en Podemos “delegamos la capacidad de ejecutar y no la de decidir, por lo que tendremos que instrumentar mecanismos para controlar de forma democrática a aquellos encargados de ejecutar tareas y otros correctivos que lo garanticen”, algo que definió como “claridad de las competencias”.


También tuvo palabras sobre la “transparencia a la hora de la toma de decisiones entre los miembros en los que se haya delegado la capacidad ejecutiva”, como principio básico de la organización y sobre la constitución de “mecanismos participativos para tomar las decisiones entre todos de una manera permanente en el tiempo”, algo en lo que “el papel de los círculos es plantear las preguntas para que la ciudadanía ponga las respuestas”. Concluyó haciendo un llamado a “la responsabilidad histórica que tenemos todos y todas, porque en cada una de las decisiones que tomemos va a estar el futuro de este país”.

Íñigo Errejón cierra el acto

Acto seguido se abrió un turno de palabra para que los asistentes pudieran hacer intervenciones y preguntas a los miembros de la mesa al que se apuntaron varias decenas de personas. Tras el mismo Jesús Jurado, miembro del círculo de Triana y Los Remedios, presentó la intervención de Íñigo Errejón, que fue recibido con una estruendosa ovación del aforo.

Tras agradecer a todos los que hacen posible Podemos el trabajo que se está realizando, porque son “el verdadero misterio que tanto buscan los analistas y que hace posible el fenómeno”. Errejón desplegó una intervención que versó sobre el momento que vive la organización y lo que lo ha provocado.

Tenemos dos labores principales, arrancó, la de “conquistar unas instituciones que son nuestras, porque las hemos pagado los ciudadanos” y la de “construir sociedad civil, algo que exige una labor de pedagogía permanente”, porque “hemos llegado para ganar las instituciones, pero también queremos ser parte de un inmenso movimiento de pedagogía y de recuperación de la política para los ciudadanos”.

Afirmó que “en este país se rompió hace bastante tiempo el contrato social” y que “hay una cierta percepción en la casta de que los problemas no existen si no los nombras, porque es cuando la gente se empieza a quejar cuando dicen que estamos incluyendo crispación o haciendo populismo”.


Y en dicho contexto de ruptura el discurso habitual es el de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, esgrimido por muchos de los que “disfrutaban durante demasiados años de un escándalo como el que hemos conocido hace poco de las tarjetas negras en Caja Madrid”. 

La manifestación de la ruptura es “una realidad colonial” por la cual nuestras élites se han convertido en “intermediarias de un saqueo”, porque cambian la Constitución “cuando les tocan un silbato desde Berlín, aplican un programa que nunca ha sacado a ningún país de la crisis e hipotecan la soberanía nacional a poderes que no hemos votado”.

Denunció la evolución oligárquica de España, que está provocando que “cada vez más riqueza, más poder económico e institucional van a estar en manos de menos”. También se refirió a la tan cacareada regeneración democrática y advirtió de que “si tienen que vestirse con ropas nuevas es porque desde el día 25 de mayo envejecieron súbitamente”, algo que supone “una victoria que nos tenemos que apuntar”. 

Acusó al bipartidismo de reformar la Constitución del 78 “sin pasar nunca por las urnas” y hacerla cada vez más restrictiva, de manera que “el poder y la riqueza cada vez están más concentrado” y resaltó la contradicción de un país en el que la banca gana en el último año “un 19,5% más, mientras Cáritas anuncia que hay un 25% de nuestra infancia que vive en riesgo de exclusión social y de pobreza”. 

Por eso defendió que “ahora es hora de elegir por la mayoría social, y no para que a la mayoría privilegiada le pase nada, sino para que deje de tener gobiernos a su servicio”. Ese objetivo es el que les lleva a conducirnos a un país “presidido por el miedo” y que “nos hará retroceder 30 años en los derechos conquistados”. 

Ese miedo es el artífice de las continuas campañas de desprestigio y por eso, añadió, “cuando decimos que queremos repartir mejor la carga fiscal en España, porque el 70% del fraude fiscal se concentra en tres mil fortunas, nos llaman extremistas”. “Imaginaos a qué nivel de descomposición política llega un régimen, cuando sus propias élites a cumplir la ley lo llaman extremismo”, afirmó.

Para Errejón, esa campaña del miedo esta propiciada porque “la legitimidad de los sectores dominantes es cada vez menor” y eso no significa otra cosa que “están empezando a perder la batalla”, porque “un representante público que gobierna para los bancos y no para quienes le votaron es un cobarde”. 


Señaló dos hitos fundamentales en el meteórico ascenso de Podemos: el 15M y las pasadas elecciones europeas. El primero porque “cambió nuestra forma de mirar las cosas y politizó los problemas” y el segundo porque “los dos grandes partidos no obtuvieron juntos el 50% de los votos, algo que no había pasado nunca en la historia de la democracia española”. 

La razón de dicho éxito la basó en que “nosotros nacimos defiendo los consensos que ya son transversales, que los comparte su propia gente, de ahí el nerviosismo” y eso “rompió el juego de vasos comunicantes de la política española, el monopolio de la política y la resignación de los ciudadanos”. Antes de que la sala lo interrumpiera con una sonora ovación afirmó que “hoy hay cientos de miles de ciudadanos con hambre de votar” y por esa razón están haciendo “una campaña del miedo para convencernos de que somos una cosa muy distinta a la que somos en realidad”.

Para concluir su intervención, Errejón afirmó que “nosotros queremos ser una fuerza de gobierno para recuperar las instituciones y devolverlas a los ciudadanos, pero también para construir una ciudadanía crítica que expanda el horizonte mucho más allá”. Y advirtió a “quienes nos dicen que somos poco operativos” de que “vamos a conciliar democracia y eficacia y que a estar a la altura del reto al que nos enfrentamos”. Afuera eran ya las nueve de una noche cerrada del octubre sevillano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hacen falta gente nueva, con ganas de hacer las cosas de otra forma, y que esta vez se confíe en ellos.