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03 septiembre 2014

Médicos Sin Fronteras pide a la ONU equipos especializados en amenazas biológicas con urgencia

  • La organización médico-humanitaria denuncia la falta de acción de los países con capacidad para responder al brote en África occidental


Para Médicos Sin Fronteras, los líderes mundiales “están fracasando” en su respuesta frente a “la peor epidemia de ébola de la historia”. En un comunicado emitido hoy afirman que “los estados con capacidad de hacer frente a desastres biológicos con recursos sanitarios, tanto civiles como militares, deben enviar efectivos a África occidental con urgencia”.


La organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó hoy en una sesión especial en la sede Naciones Unidas, convocada por el secretario general de este organismo y la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que “no se podrá detener la expansión del virus sin un despliegue masivo de unidades médicas especializadas para apoyar los esfuerzos de control de la epidemia en los países afectados”. 


La presidenta internacional de MSF, la doctora Joanne Liu, denunció ante los delegados de los países miembros de Naciones Unidas “la falta de despliegue de recursos en una intervención que, hasta ahora, se ha apoyado en unos ministerios de salud sobrecargados y en organizaciones no gubernamentales para hacer frente a un brote de dimensiones excepcionales”. A pesar de los reiterados llamamientos de la organización para que haya una movilización masiva de efectivos sobre el terreno, “la respuesta internacional ha sido letalmente inadecuada”. 


Los equipos médicos de MSF llevan desde marzo haciendo frente al brote en África occidental. Las organizaciones no gubernamentales y Naciones Unidas “no pueden implementar por sí solas la Hoja de Ruta de la OMS para luchar contra un brote creciente e impredecible. El ritmo de contagio ha alcanzado niveles nunca vistos en infecciones anteriores de ébola”.
 
“Tras seis meses de la peor epidemia de ébola en la historia, el mundo está perdiendo la batalla”, dijo la doctora Liu. “Los líderes están fracasando a la hora de enfrentarse a esta amenaza transnacional. El anuncio de la OMS del pasado 8 de agosto de que la epidemia constituye una ‘Emergencia de Salud Pública Internacional’ no ha dado lugar a una acción decidida y los estados se han unido, fundamentalmente, en una coalición mundial de la inacción”, afirmó a continuación.
 
Muchos países cuentan con mecanismos de respuesta para amenazas biológicas. Pueden desplegar equipos médicos civiles o militares preparados  en cuestión de días y con una cadena de mando que asegure altos estándares de seguridad y eficiencia para apoyar a los países afectados. MSF recalca, sin embargo, que “los efectivos y el personal militar que se desplieguen en la región no deben ser utilizados para implementar medidas de cuarentena, de contención o de control de masas. En vez de frenar el virus, las cuarentenas forzosas sólo han alimentado el miedo y la inquietud”. 


“Los anuncios de financiación y despliegue de unos pocos expertos no bastan", advirtió Liu. "Los estados con la capacidad necesaria tienen la responsabilidad política y humanitaria de dar un paso adelante y ofrecer, por fin, una respuesta concreta a una catástrofe que se está desarrollando ante los ojos del mundo," dijo la presidenta de MSF. “En lugar de limitarse a reaccionar ante la posible llegada de un paciente infectado a su territorio, los países deben aprovechar la oportunidad para salvar vidas allá donde es inmediatamente necesario, en África occidental.", añadió.
 
Las acciones más urgentes son ampliar los hospitales de campaña con salas de aislamiento, enviar personal capacitado, montar laboratorios móviles para mejorar el diagnóstico, establecer puentes aéreos para trasladar personal y material hacia y dentro de África occidental. Además, también hay que establecer una red regional de hospitales de campaña para tratar a personal médico infectado o sospechoso de estarlo. 

En Monrovia (Liberia), por ejemplo, se requieren con urgencia nuevos centros para pacientes con ébola con instalaciones de aislamiento adecuadas y personal cualificado. “La cola de pacientes sigue aumentando frente al Centro ELWA 3 de MSF, una instalación que no deja de crecer y ya cuenta con 160 camas”, explicó Liu. Se calcula que solo en Monrovia se necesitan 800 camas adicionales. El equipo de MSF está sobrepasado y no puede ofrecer más que cuidados paliativos. 


“Cada día tenemos que rechazar a personas enfermas porque estamos saturados”, explica Stefan Liljegren, coordinador del centro ELWA 3 de MSF. "He pedido a los conductores de ambulancia que me llamen antes de traer pacientes, sin importar el estado en que estén, ya que a veces no podemos ingresarlos”. 

Los centros de atención de MSF en Liberia y Sierra Leona están atestados de posibles pacientes de ébola. La gente sigue enfermándose y muere en sus pueblos y comunidades. En Sierra Leona, los cadáveres —con una virulenta capacidad de infección— se están pudriendo en las calles. 

Un mayor número de instalaciones de aislamiento de alta calidad “permitiría admisiones y derivaciones tempranas, lo cual reduciría significativamente la mortalidad”. Los equipos de MSF pueden salvar más vidas cuando las personas infectadas con ébola buscan tratamiento lo antes posible. El aumento de la capacidad de aislamiento también aliviaría los sistemas de salud de los países afectados, algunos de los cuales están al borde del colapso. “Al menos 150 trabajadores sanitarios han muerto por el ébola y otros tienen demasiado miedo para volver a sus puestos de trabajo”. 


Además, se deben establecer centros de clasificación, hacer una distribución masiva de artículos de higiene, ampliar los sistemas para el manejo de cadáveres e incrementar las capacidades de vigilancia activa. También se necesitan campañas de desinfección y de promoción de la salud y la higiene, tanto entre la población como dentro de las instalaciones sanitarias.

“El tiempo corre y el ébola está ganando la batalla", advirtió la doctora Liu. “Ya pasó el momento de las reuniones y la planificación. Ahora hay que actuar. Cada día de inacción significa más muertes y el lento colapso de las sociedades”.

Fotografías: Zona de aislamiento en Kailahun (Sierra Leona) de Sylvain Cherkaoui/Cosmos.

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