cabecera_tipográfica_trans

08 junio 2014

Sabuesos y periodistas


Cada vez que se produce un acto en la vía pública que tiene alguna posibilidad de acabar en altercado y es necesaria la intervención policial se repite el mismo patrón. Los antidisturbios de la ciudad parecen empeñados en reclamar para sí todo el protagonismo y con tal de conseguirlo son capaces de hacer cualquier cosa, incluso el más espantoso de los ridículos.

El viernes pasado, durante las concentraciones a favor de monarquía y república que se produjeron a la misma hora en la Plaza Nueva de Sevilla, y en los momentos en que el cruce de insultos entre ambos frentes incrementó un punto la tensión, a los antidisturbios de turno no se les ocurrió otra cosa que dedicarse a identificar a los periodistas que allí se encontraban para cubrir el evento. El mayor problema de lo que allí ocurría era la prensa.

El que las fuerzas de orden público, que tienen la responsabilidad de controlar a dos grupos contrarios situados a unos escasos diez metros uno de otro y con menores en sus filas, centren su atención en los profesionales que se dedican sólo a realizar su trabajo ya es sintomático. Es un excelente termómetro de lo que está pasando. Los poderes de este país están más preocupados por lo que se cuenta que por lo que ocurre en la calle.

Lo que suceda es secundario, lo importante es que se cuente como ellos quieren que se haga. El pacto institucional de los grandes conglomerados mediáticos del país tiene que surtir efecto al precio que sea. Y cualquiera que se salga de esos patrones es un enemigo a combatir. Los últimos casos de censura que se han dado con respecto al tratamiento informativo de la abdicación del Rey son prueba de ello.

Por eso el mando de turno que ordenó identificar a los periodistas ante la posibilidad de un enfrentamiento encajaba perfectamente en dicho patrón. Lo verdaderamente importante en aquellos momentos no era que dos grupos contrarios pudieran acabar a tortas en cualquier momento, sino que aquellos individuos cargados de cámara y cables lo contaran tal cual para que se pudiera enterar la gente.

No hay comentarios: