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12 marzo 2014

Zoido se queda sin luz y sin taquígrafos

Más de treinta millones de euros. Es el montante al que ascienden a día de hoy las contrataciones efectuadas por los procedimientos menor y negociado sin publicidad desde que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, se hizo cargo de la nave municipal.

En concreto, casi 3,7 millones corresponden a contrataciones directas y 26,6 millones a procedimientos negociados sin publicidad, los modelos más habituales y opacos a la fiscalización que recoge la Ley de Contratos del Sector Público. De los 789 contratos adjudicados por Zoido, casi el 44% fueron directos y casi un 42% fueron negociados sin publicidad.

A un año de las elecciones, el adalid de la luz y los taquígrafos ha decidido que hasta aquí llegó la broma. Que ya está bien de tanta transparencia y que el exceso de transparencia es nocivo, sobre todo cuando hay una alcaldía en juego a un año vista.

La anterior obligatoriedad de publicarlos todos se elimina de un plumazo. El alcalde ha decidido “exceptuar” la difusión pública de los contratos menores y negociados sin publicidad que superen los 6.000 euros “si cuenta con un informe motivado suscrito por el jefe de la unidad tramitadora y el visto bueno del director general o, en su caso, del delegado correspondiente”. Además, para los menores a esta cantidad, “es facultativo para los servicios tramitadores realizar la invitación pública a través del perfil del contratante”.

La excusa esgrimida no puede ser más pueril: “la operatividad de establecer un límite razonable a la obligación de publicación en aras a los principios de eficacia, eficiencia y celeridad en la actuación administrativa”. Es decir, en vez de mejorar la gestión se opta por la opacidad y el ahorro en “los costes indirectos que su gestión supone”, como si dicha medida nos fuera a salvar de la epidemia de la crisis. Ridículo en cualquier caso tratándose de la transparencia en la gestión de un ente de la importancia del Ayuntamiento de Sevilla.

La concejal delegada de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Sevilla, Asunción Fley, ha justificado la medida alegando que los contratos superiores a 6.000 euros sólo dejarán de publicarse "en casos absolutamente excepcionales de urgencia o especialidad que en todo caso serán debidamente motivados por los responsables de cada área".

Lo cierto es que esta medida podría afectar a la inmensa mayoría de los contratos opacos. Por ejemplo, el 92% del total de los procedimientos negociados sin publicidad impulsados en la era Zoido, 303 de un total de 330, podrían quedar silenciados y ocultos. Por su parte, casi el 49% de todas las adjudicaciones directas, 169 de 347, superan también este umbral.

Resulta curioso que la noticia salga a la luz pública pocos días después de que la jueza Mercedes Alaya haya prorrogado por octava vez el secreto de sumario del Caso Madeja, que salpica de lleno a la Delegación de Parques y Jardines y que le costó el puesto al director general, Joaquín Peña. Un caso por el que permanecen en prisión González Baró, hijo del dueño de Fitonovo, y Francisco Amores, ex jefe de servicio de Parques y Jardines. Francisco Luis Huertas, responsable de conservación del Parque de María Luisa, la eludió después de que su familia abonase una fianza de 60.000 euros.

En la primera comparecencia pública que realizó Zoido tras la destitución fulminante del anterior director general de Parques y Jardines reconoció que cabía la posibilidad de que el escándalo pudiera extenderse a otras delegaciones municipales, en cuyo caso actuaría con la misma contundencia. Fue en aquella ocasión cuando recitó la frase bíblica de “luz y taquígrafos, caiga quien caiga”. También se comprometió a crear una comisión de investigación interna de la que hasta hora nadie tiene noticia alguna -“salvo la juez”, según las palabras del propio Zoido.

Dos días más tarde, el Delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, reconocía en rueda de prensa que los técnicos detenidos había participado en la adjudicación del macrocontrato de mantenimiento de zonas verdes y arbolado de la ciudad por valor de 48 millones de euros. ¿Puede alguien garantizar que, de haber estado vigente esta medida entonces, esos mismos responsables públicos no hubieran recomendado su no publicación?

De haber sucedido así, los sevillanos no nos hubiéramos enterado de que, además de la adjudicación del contrato de mayor cuantía económica en la historia del Ayuntamiento, la red societaria de Fitonovo ha obtenido del gobierno municipal que preside Zoido quince adjudicaciones por el procedimiento negociado sin publicidad y cinco contrataciones directas.

Sólo de la delegación de Parques y Jardines y por el procedimiento negociado sin publicidad la red ha obtenido casi 400.000 euros. Dos adjudicaciones a Fitonovo por 120.000, una a Conversa por 69.000 y tres a Bremacons por casi 200.000.


Si la intención de Zoido no es ocultar toda esta información de los ojos de los sevillanos, lo que procede sin duda es agilizar con urgencia los procedimientos administrativos y tomar medidas internas en aras de aumentar la eficacia en la gestión de los mismos. Algo que sin duda entra en las macro competencias de la súper delegada Fley. Si no es así, está claro que el alcalde ha optado por apagar la luz para que nadie pueda ver correr a las cucarachas y silenciar los taquígrafos para que no se pueda escuchar el runrún de sus pasos.

Artículo publicado en sevilla report.

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