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10 marzo 2012

Ciudadano sirio desaparecido tras contar el asalto de su casa a un medio de comunicación

Kamal Saloum, ciudadano sirio, participó en una manifestación a favor de la democracia celebrada el 3 de febrero en la localidad donde reside, Al Suwayda, en el sur de Siria. Días después, alrededor de 70 miembros de las fuerzas de seguridad sirias uniformados y vestidos de civil se presentaron en su casa en busca de activistas políticos que habían asistido a la manifestación. No encontraron a nadie, pero causaron daños en algunos bienes de su familia.

El 7 de febrero Kamal mantuvo una entrevista con la cadena de televisión catarí Al Yazira donde narró lo que había ocurrido. Cuatro días más tarde, el 11 del mismo mes, ya no regresó a casa desde el trabajo y se encuentra desde entonces en paradero desconocido. Tras su detención, miembros de las fuerzas de seguridad sirias irrumpieron en la oficina donde ejerce de contable y confiscaron algunas cosas suyas.

Después de algunas averiguaciones por parte de su familia, se supo por fuentes no oficiales de las fuerzas de seguridad que fue detenido aquella noche en Al Suwayda por agentes de los servicios de inteligencia de la Fuerza Aérea. Un miembro de dichos servicios confirmó a sus familiares esa información días más tarde. Saloum fue trasladado a la sección de los servicios de Seguridad Política de Damasco, donde continúa recluido. Las autoridades no han revelado más información sobre él.

Su familia ha intentado varias veces llevarle medicamentos pero no se lo han permitido. Kamal Saloum padece problemas de corazón, hipertensión arterial y diabetes, y hace unos meses se sometió a una operación de cirugía cardiaca. Su familia cree que su salud corre peligro, pues necesita medicación periódica y no se sabe si recibe la atención médica necesaria.

No se tiene noticia de que se hayan presentado cargos contra él. Su familia asegura que su detención guarda relación con aquella entrevista a la cadena de televisión catarí, tras haber irrumpido las fuerzas de seguridad sirias en su casa después de una manifestación del 3 de febrero en su barrio.

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