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09 febrero 2012

Las listas electorales del PSOE de Sevilla y los flecos del Congreso

Después de las obligadas llamadas a la unidad y a la integración tras los resultados del 38 Congreso Federal, a los socialistas de Sevilla les toca la confección de las listas de cara a las próximas elecciones autonómicas del 25 de marzo. El mecanismo encargado de elaborarlas parte, como en otras ocasiones, de las agrupaciones locales del partido y culminará, debates y maniobras mediantes, en el comité de listas del federal antes de ser elevadas a definitivas tras su paso previo por el provincial y el regional.

Que el congreso ha dejado muchos flecos que aún se han de atar en fechas venideras es algo tan evidente que nadie ya se cuestiona. El primer envite en esa soterrada pugna entre la dos grandes fracciones emanadas del cónclave es, como no podía ser de otra manera, la confección de las dichas listas. Y a pesar de que desde los distintos estamentos de poder del partido se llama al consenso y a la integración, la cosa es bien distinta cuando se les otorga a las variadas facciones en liza la potestad de elevar una propuesta al órgano ejecutivo correspondiente.

Es corriente en dichas asambleas el ejercicio del veto de unos contra otros, aunque en esta ocasión y en lo que a las agrupaciones de la capital se refiere existe un denominador común en el centro de la polémica. Y tiene nombre propio: Juan Espadas. Su inclusión o no en las listas está generando una fuerte polémica y debate que aún ahora mismo resuena.

Los desencadenantes son su cuestionada labor como oposición municipal, la decisión de incluir independientes en la última lista a las municipales y, sobre todo por los posicionados en el bando ganador del último congreso, el haber apoyado in extremis a Carme Chacón, en una maniobra de urgencia tras la que ven una soterrada intención de abandonar la nave del Ayuntamiento.

Espadas ha efectuado hoy unas declaraciones en las que afirma que su inclusión en las mismas no es cuestión de “apetencias personales” y que está a disposición del partido para lo que sea mejor para el PSOE y para los ciudadanos. Lo que no se acaba de entender es que, si Espadas no tiene apetencia alguna por ir en las listas, sus seguidores se empecinen en proponerlo en las diferentes asambleas de las agrupaciones. Rarezas de la política.

Lo cierto es que la salida de Espadas del grupo municipal supondría dejarlo en un grave aprieto, descabezado, y con los puestos más relevantes ocupados por independientes, a pesar de la reciente renuncia de Eugenio Suárez Palomares. El grupo se vería en serios problemas para encontrar un portavoz de garantías y con casi cuatro duros años de oposición por delante. En todo caso, si se produjera, su salida tendría que ir al debe de la exigua cuota de Griñán, ciertamente bastante reducida tras el resultado del 38 congreso.

Como las penas siempre van por barrios, se da la paradoja de que en Sevilla son los partidarios de Chacón, y perdedores por tanto del congreso, quienes apelan a la “convivencia” para pedir consenso y unidad de cara a afrontar los próximos comicios, mientras en Madrid son los victoriosos seguidores de Rubalcaba quienes lo hacen apelando exactamente a lo mismo.

En lo referente a los resultados de las asambleas conocidos hasta ahora, los hay para todos los gustos, como los colores. Desde el aparente consenso alcanzado en agrupaciones como San Pablo y Centro, a la de Bellavista, donde nombres como el de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Evangelina Navarro han obtenido más votos que la propuesta encabezada por el propio Griñán.

La anécdota se produjo en la agrupación Centro anoche, donde un grupo de militantes encuadrados en el movimiento BasesenRed presentó una propuesta de resolución en la que solicitaban unas candidaturas renovadas, en las que el 60% no se hubieran presentado nunca a las autonómicas, que no albergaran en su seno “la mala praxis” de la acumulación de cargos públicos y orgánicos y que fueran paritarias e integradas en su totalidad por militantes.

El documento incluía también un párrafo en el que se detallaban los valores personales que deberían cumplir los candidatos y candidatas. Entre ellos se destacaba la posesión de trayectorias profesionales y laborales propias, el comportamiento ejemplar, un compromiso ético intachable, austeridad y formas de actuar coherentes con los principios socialistas. La propuesta fue elevada, junto con la lista aprobada, al comité provincial.

El resto de flecos que tampoco se han cerrado, quizás porque ahora no es el momento más oportuno, se dejarán para después de las elecciones. Pero ésa es ya otra historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El sistema de "propuestas" de candidatos pro las agrupaciones se puede calificar de pantomima, sin nunguna exageración. Sólo la elección directa de los candidatos eletorales por parte de la militancia, supondrà un verdadero cambio, y que emerjan nuevos hombres y mujeres, + valiosos y con compromiso real político real, y no como opción profesional.