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21 febrero 2012

El enemigo es tan estimulante

A Antonio Moreno, el todavía jefe superior de policía en la Comunidad Valenciana, debe ser que los enemigos le son tan estimulantes como a Katherine Hepburn. Si no, no se entendería una actuación tan desproporcionada como la de ayer ante las protestas de unos chavales que, hartos de soportar el sopor de las clases bajo el rigor de la manta Paduana, decidieron concentrarse para exigir la vuelta de la calefacción a las aulas. Si éste es el resultado de sofocar la protesta de un grupo de adolescente, no es difícil imaginar lo que ocurrirá el día en que a los bragados sindicalistas les dé por convocar una huelga general.

A los 25 detenidos -5 de ellos menores de edad- y los 13 heridos leves -11 de ellos policías, se desconoce si por heridas de compás o de rotring-, además de las agresiones sufridas por diputados del congreso, periodistas, viandantes y trabajadores de la zona, amén de los propios manifestantes, hay que sumarles ahora una convocatoria de protestas a nivel nacional en contra de los abusos policiales. Es lo que se conoce en el argot como apagar el fuego con gasolina.

El “no es prudente revelarle al enemigo mis fuerzas” de Antonio Moreno, cuando fue requerido por los periodistas a desvelar el número de agentes que participaron en el operativo, pasará a los anales de la historia como una de las frases más estúpidas jamás pronunciadas por un mando policial y en el peor de los momentos. Sólo es necesario bucear un poco en las redes sociales para percatarse de la magnitud de la estulticia.

Ante la evidencia de tamaño despropósito, tanto el Sindicato Unificado de Policía (SUP), cuyo secretario general, José Manuel Sánchez, tildó ayer de “impresentables” a quienes calificaron la carga de “brutal paliza”, como la delegada del Gobierno en Valenciana, Paula Sánchez de León, se han dedicado hoy a endosarse mutuamente la responsabilidad última de la salvajada, en un apoteósico ejercicio de lavado público de manos.

Es el eterno debate entre la autoridad y quien ejerce la obediencia debida, en cuyas aguas siempre turbias pretenden eludir la asunción de responsabilidades que les corresponde en función de los cargos que ostentan. La una por permitirlo u ordenarlo, y el otro por ejecutarlo sin cuestionar lo excesivo de la orden en el caso de que ésta hubiera existido.

Porque abofetear un chaval por la minucia de gastar gafas –es imposible adivinar otro motivo tras visionar el vídeo-, me recuerda a aquella otra bofetada emérita que le propinaron a una chica en los aledaños de Sol durante una de las protestas del 15M. Y descontando que debe haber alguien que lo lleve a cabo, incluso que disfrute haciéndolo, también es necesario que alguien, con su consentimiento o silencio, permita la impunidad de tan salvaje comportamiento.

Por eso, no es de extrañar la actitud impropia y hasta chulesca del súper intendente Moreno, ya que debe pensar, como Heinrich Heine, que es fácil perdonar a los enemigos cuando no tenemos los medios de aniquilarlos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me permito aconsejarle a los cuerpos y seguridad del estado una asignatura que el gobierno del PP va a retirar de las aulas, se llamaba educacion para la ciudadanía, pues dado lo visto en la imagenes que han dado la vuelta al mundo, los chavales deben saber mas de derechos constitucionales que aquellos que en teoría deberian defenderlos. Lo que hay que preservar es el derecho de manifestacion, no que la policia elimine ese derecho con el pueril argumento de la presencia de grupos radiclaes infiltrados. Precisamente la labor de la policia consiste en vigilar y controlar a esos supuestos radicales, que en puridad todavía desconocemos su presencia en esa manifestacion. Pero lo mas dañino es la declaracion de ese jefe de policía calificando de enemigos a ciudadanos que ejercian un derecho constitucional. ¿ Sera para él enemiga la constitucion? Lo cierto es que la derecha sabe que va a ver contestacion social a sus execrables medidas, y antes de que las calles se conviertan en un hervidero quieren cortar cualquier tipo de lucha social. Despues de las elecciones andaluzas y con la aprobacion de los presupuestos generales del estado, al estado de excepcion laboral que ya tenemos se unirá en estado de sitio. Y eso que un tal Gonzalez Pons, dirigente del PP, dijo cuando estaba en la oposicion que españa necesitaba una plaza Thamir, en referencia al movimiento social en egipto que derrocó a Mubarak. claro que ahora gobierna su partido y quizas haya cambiado de opinion. Todo por el bien de España.