La Comisión Ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla celebrada ayer ha manifestado su intención de aprobar el próximo sábado 21 de enero una lista de los 55 delegados al 38 Congreso “plural y representativa del conjunto de la organización provincial”.
A propuesta del secretario general, José Antonio Viera, la lista estará integrada por representantes de las agrupaciones locales y municipales y también de las instituciones en las que la formación gobierna -Junta de Andalucía, Diputaciones y Ayuntamientos- de manera que represente “al conjunto de la militancia de Sevilla”, para después “votar al que se considere el mejor candidato, en libertad y de manera individual”.
La aparente normalidad que desprende la nota de prensa dista mucho de la realidad. Los socialistas sevillanos están fragmentados, divididos, con respecto a los dos y únicos candidatos que se conocen hasta ahora. Y tras esta aparente calma mansa se está desarrollando una importante tormenta en clave interna.
De hecho, la propuesta de Viera ha sido considerada por muchos militantes del partido como “un freno” a las constantes injerencias de Susana Díaz, secretaria de organización del PSOE-A, a quien acusan de respaldar movimientos orgánicos afines a la candidatura de Carme Chacón, a pesar de que oficialmente no se haya decantado aún por ninguno de los dos candidatos.
Incluso el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, con su ya famosa “neutralidad activa”, se ha visto involucrado en las maniobras de su número dos y ha tenido que salir al paso con unas declaraciones desautorizando este tipo de prácticas.
Es un hecho que Díaz ha conseguido los que hasta hace poco parecía imposible; unir en el mismo frente a críticos y oficialistas, amén de algunos otros sectores, en un frente común. Quienes hasta hace poco parecían enemigos irreconciliables y se pedían unos a otros las cabezas, ahora se dan cobijo mutuo y establecen alianzas para impedir el paso, si no defenestrarlo, del nuevo enemigo común. Hay quien advierte en el desmedido afán de Susana Díaz por alcanzar un puesto en la nueva ejecutiva de Ferraz la oculta intención de librarse de la quema de las andaluzas y continuar con la carrera impoluta y meteórica que ha llevado hasta ahora.
La inmensa mayoría de la militancia no lo tiene nada claro aún. Hay quienes dan por hecho que la cosa va a estar muy igualada, mientras otros apuestan por una victoria clara de Rubalcaba en Sevilla capital y mantienen la duda de qué ocurrirá en la provincia. Sólo unos pocos osados se atreven a decir con claridad que ganará por mayoría Chacón. Si se tuviera que juzgar por el acto que cada candidato ha llevado a cabo en la ciudad, la cosa estaba clara; la catalana ganaría por goleada.
Hoy comienzan las asambleas locales en las agrupaciones de la capital y provincia, que tendrán como colofón el congreso provincial del sábado. El PSOE sevillano está con el corazón partido. De cómo estén conformadas las listas de delegados depende en gran medida que la balanza se incline hacia un lado u otro. Griñán será el último en decantarse. El cargo y lo que se juega obligan.
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