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08 diciembre 2011

Zoido y las subvenciones a la fe

Todavía colean en estos días los guirigáis que montaba Zoido a Torrijos desde la oposición con motivo de las subvenciones a la ayuda al desarrollo destinadas a determinados países de américa latina.

Por aquel entonces, la Fundación DeSevilla, hoy en trance de disolución, era algo así como la cueva de Alí Babá desde donde se orquestaba un maléfico “plan para desviar fondos con fines partidistas bajo el paraguas de la cooperación al desarrollo”.

El hoy Alcalde de Sevilla dio entonces bastante brasa a Torrijos por aquello de la “cooperación ideológica” y las “subvenciones partidistas” a organizaciones afines allende los mares y raro era el día que no copaban los titulares de los medios. Zoido hizo de ello un dogma de fe que prolongó hasta la extenuación durante toda su campaña electoral.

Ahora, con una mayoría absolutísima al frente de la ciudad, Zoido se permite el lujo de subvencionar con 6.000 euros el viaje de una imagen de la Semana Santa sevillana a Madrid durante las Jornadas Mundiales de la Juventud celebradas el pasado mes de agosto.

La excusa de que una virgen represente a toda una ciudad se antoja cuanto menos algo complicada. Sin embargo, el equipo de Zoido no se ha andado por las ramas y ha esgrimido, según ellos, razones de “carácter cultural, social y económico” que justificarían el “interés público y el beneficio promocional para la ciudad” de la presencia de la Virgen de Regla de la Hermandad de los Panaderos en la capital de España.

Bajo esas excusas más que cuestionables, Zoido pone en práctica lo que anteriormente criticó con tanto ahínco a el ex teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla. Subvencionar la presencia de un grupo con fines religiosos en un acto igualmente religioso, que pertenece al ámbito individual de cada persona, es practicar esa “ayuda ideológica” que tanto echó en cara al dirigente de la formación de izquierdas en su día.

Que la religión es una ideología es algo que a estas alturas nadie pone en duda desde el pienso, luego existo de Descartes. Está basada en un conjunto de creencias fuera de toda lógica o razón, la fe, y por ende es tan respetable como cualquier otra creencia.

Pero no deja de resultar patético que, sin ánimo de cuestionar el papel que desempeñan en la ciudad las diferentes hermandades, tenga que ser una imagen religiosa la que represente a toda una sociedad civil. Porque ese dinero sale del bolsillo de todos los contribuyentes sevillanos, sean creyentes o no.

Otra cosa es que, ante la imperiosa necesidad del Alcalde de figurar en un acto que concierne a la intimidad de cada ser humano, se busquen todo tipo de excusas rocambolescas para distorsionar la realidad y justificar lo injustificable. Y más con la que está cayendo en la ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los ciudadanos entregan el poder democratico a la derecha, y ellos hacen lo que siempre han hecho; regalarselo a la iglesia, a la aristocracia, a los absentistas y a la rancia burguesia. Nada nuevo bajo el sol.