Continúan saliendo a la luz los escándalos de gestión del Ayuntamiento presidido por Alfredo Sánchez Monteseirín. Parece que hay cuerda para rato y que no va a parar de sorprendernos incluso después de haberse ido.
Ahora resulta que se está tratando de finiquitar las fundaciones municipales por la cantidad de pérdidas acumuladas, en concreto más de dos millones de euros entre la Fundación DeSevilla y la de Mercasevilla, cuyos asuntos se encuentran en manos de un juzgado.
Lo curioso es que la Fundación DeSevilla se nutre exclusivamente de las aportaciones de las empresas municipales, entre las que se encuentra Tussam. Según ha publicado hoy el ABC de Sevilla, la aportación rondaría entre los 700.000 y 800.000 euros anuales, lo que significa que Tussam apoquina la nada desdeñable suma de 200.000 euros cada año de manera totalmente altruista para este organismo, que nada tiene que ver con el objeto social de la empresa. Para que luego venga Arizaga y nos cuente el cuento de la lechera de que la gestión no tiene nada que ver con la situación de ruina que atraviesa la empresa. Se coge antes a un mentiroso que a un cojo.
Por si fuera poco, el ayuntamiento da por perdidos 45 millones de euros de “imposible o difícil recaudación”. Todo un ejemplo de celo en velar por las cuentas públicas y en la defensa de los intereses de los ciudadanos.
¿A alguien le extraña todavía que las arcas municipales se encuentren en bancarrota?
Actualización: además, la cuenta de las setas se sigue incrementando.
Actualización 20:15 horas: La delegada de hacienda del Ayuntamiento de Sevilla, Nieves Hernández, ha desmentido las acusaciones de Zoido sobre los 45 millones que, según él, el consistorio da por perdidos aduciendo que se trata de "una práctica contable generalmente aceptada". Hernández ha acusado al candidato del PP a la alcaldía de "desconocimiento" o "de actuar con mala fe", asegurando que el ayuntamiento no piensa renunciar al cobro de dichas cantidades mediante los medios legales de los que dispone.
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