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09 junio 2010

El muro que se traga el mar

Enric González

“Mohamed Khatib, por supuesto, tiene razón. Pero forma parte de una generación de palestinos que admite haber cometido grandes errores en el pasado. Son gente que duda, al menos en cuanto a los detalles. Lo cual, en el contexto local, resulta exótico. Y reconfortante.
Nació en 1974, por lo que su vida ha transcurrido bajo la ocupación israelí. Vive en Jenin, cerca del muro y de una colonia de judíos muy religiosos. Su adolescencia consistió en tirar piedras durante la primera Intifada. Como otros, soñó con grandes victorias y con una épica hecatombe de los judíos mientras aprendía hebreo y trabajaba para patronos israelíes.
Ahora es un dirigente vecinal con tendencia al escepticismo. Organiza manifestaciones contra el muro que pasa por su pueblo, contra la presencia de los colonos judíos en su pueblo, contra la destrucción de los olivos de su pueblo. Piensa, como otros dirigentes vecinales, que si cada pueblo se organiza y defiende sus intereses tal vez, sólo tal vez, la ocupación se resquebraje. Incluso podría terminar algún día.
Pero ya no cree en la desaparición de Israel. Ni cree en los dirigentes políticos palestinos: de unos, los de Hamas, rechaza los métodos violentos; de otros, los de Fatah, la venalidad y la facilidad para claudicar. Considera que la resistencia palestina frente a los israelíes ha estado llena de errores. El terrorismo, por ejemplo. O la grandilocuencia hueca.”

Más en “El mar al otro lado”.



2 comentarios:

megustas dijo...

cuanto más observo el muro menos entiendo como pueden cometerse los mismos errores una y otra vez y además por aquellos que fueron victimas de errores tambien. Será verdad que la naturaleza humana tiende a repetir en los demás las conductas de las que reniega para él? Será que estamos todos locos?

Gregorio Verdugo dijo...

megustas: quizá sea una mezcla de todo un poco.