cabecera_tipográfica_trans

14 febrero 2010

El efecto trilero del socorrido Pacto de Estado

Juan Carlos Escudier

“Bajo estas premisas, es posible predecir que el pretendido pacto de estado contra la crisis no llegará a ver la luz. Le interesa al Gobierno para acallar al PP; a CiU, para aparentar que ha recuperado el seny; y al Rey, que ayer llamó a Zarzuela a los sindicatos y le mola jugar otra vez a la Transición ahora que viaja menos. A quien no le hace ninguna falta es a Rajoy, que tacita a tacita sube en las encuestas y cree tener a Zapatero contra las cuerdas.
Ahora bien, ¿es necesario para el país? Uno quiere pensar que no, porque la situación es difícil pero no desesperada. En pactos de este porte se tiende a incluir medidas que ninguno de los firmantes plantearía en solitario. Suelen implicar sacrificios para los de siempre, esa inmensa pandilla de ingenuos que primero criticamos que nunca se pongan de acuerdo y luego maldecimos que lo hayan conseguido. Crucemos los dedos.”

Más en “Al rico pacto de Estado”.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto que existe una crisis, pero ¿de qué tipo? No es de petróleo, energía, materias primas, tampoco crak de la bolsa, etc. Han cesado negocios especulativos y la burbuja inmobiliaria. Hay 4 millones de parados, sostenidos por el Estado, a quien criticamos por estas medidas. Y los bancos siguen ganando dinero.
No hay una guerra que consuma recusos humanos y materiales, y la peste moderna, llamada gripe A, se fue sin que nos diéranos cuenta.
¿No será todo, como en la novela 1984, una distracción virtual para asustar en un perídodo cíclico de la economía -que no es tan grave como otros anteriores-, y justificar la necesidad de políticas que dan puestos a gente que no sabe hacer otra cosa? Un pacto, entonces, ¿para qué?
Que el Gobierno, gobierne.
Dan

Gregorio Verdugo dijo...

Dan: Comparto todo lo que dices, y sí, esto cada vez se parece más a 1984.