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07 diciembre 2009

Juan Manuel de Prada y las descargas

“Más difíciles de contentar resultan músicos y cineastas, que forman la aristocracia en el escalafón de castas de intelectuales al servicio del dominio; y, para contentarlos, el dominio se saca del magín una ley de «economía sostenible» (urdida para sostener a quienes a su vez sostienen el dominio) que persigue las llamadas «descargas de Internet», a las que por todo el morro se califica de «piratas» o «ilegales». ¿Y en qué consisten tales descargas, que el domino pinta con las trazas del más execrable de los delitos? Pues tales descargas consisten en un sistema de préstamos que los internautas entablan entre sí, un intercambio desinteresado sin más finalidad que facilitar el acceso y compartir el disfrute de canciones y películas; esto es, una labor tan benemérita como la que desempeñan las bibliotecas. Pero, misteriosamente, la labor que desempeñan las bibliotecas, supervisada por el dominio, se engloba en la difusa categoría de «democratización de la cultura»; en cambio, la labor que desempeñan los internautas es calificada de «crimen», tan pavoroso que justifica que nuestras navegaciones por Internet sean «supervisadas» y nuestras conexiones interrumpidas, si el dominio descubre que estamos compartiendo con otro internauta una canción o una película. Trato semejante no reciben ni siquiera los pederastas que trafican al cobijo de Internet; debe de ser porque no infringen ese expolio denominado «propiedad intelectual».”

Más en “Las descargas de Internet”.

Por una vez coincido con Juan Manuel de Prada, a pesar de que no veo un posicionamiento claro en su artículo a favor o en contra de las descargas. Sino más bien un ánimo de crítica al lobby que está detrás de todo este asunto.

Me hubiera satisfecho más una definición clara de su postura ante el hecho de que un internauta se descargue un libro suyo en formato digital, gratis, y que pueda compartirlo con otros usuarios con total impunidad. De eso es de lo que se trata.

Pero para ser un paseo por las nubes, proviniendo de quien viene, no está nada mal.



6 comentarios:

151 dijo...

Hombre....creo que el simil de las bibliotecas es muy ilustrativo..¿que diferencia existe entre un prestamo gratuito de una biblioteca (aunque sea de del autor de este articulo) y uno desde internet?...la unica diferencia es que a una parte economicamente pudiente (el estado) le sale gratis y a un currito de mil "pavos" al mes, cuando llega,.... casi....pero a este ultimo como ya esta acostumbrado al "Talego" pues se le sigue dando su sitio.....mientras los pobres autores siguen malviviendo en super casas al sur-este de EEUU y haciendo fiestecitas con miserables canapes de caviar aderezados con unos sorbos de Moet....!!pobrecitos!!
Sinceramente Cani...ellos haciendo politicas izquierdistas de salón y nosotros tratando de justificar..unos, los derechos de autores noveles y otros, derechos de internautas economicamente menos pudientes...ninguno buscando el termino medio...Ahí quizas se encuentre la solucion, claro que a los de la alta alcurnia intelectual puede que no les salgan las cuentas.
Un abrazo.

Gregorio Verdugo dijo...

Isi: sí, tal vez se trate de encontrar el término medio o un modelo de negocio más justo y menos lucrativo. Pero cortar por lo sano Internet de manera casi preventiva es una barrabasada como pocas se han dicho.

151 dijo...

Totalmente cierto, sería como amputar una pierna por una herida en un dedo...¿no es eso a lo que se suele llamar RADICALISMO?..ni que decir tiene que el calificativo es aplicables solo a quien realiza esa acción..

Gregorio Verdugo dijo...

Isi: radicalismo y otras muchas burradas que se me ocurren pero que no quiero mencionar aquí.

Anónimo dijo...

De este pavo, ni los halagos: son intencionados y nada gratuitos. Seguro que está haciendo proselitismo para "salvar" algunas almas...

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: probablemente el alma que más le preocupa salvar es la de su cartera.