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08 octubre 2009

El Partido del Avestruz

Salir pitando de una alcaldía cuando sientes las dentelladas de la justicia en el trasero se vende en el Partido Popular como una “dimisión voluntaria”. En fin, no es que sea un eufemismo de los más brillantes que se puedan imaginar en el ruedo político, pero además denota un poco de cara dura por parte de quien así lo pretende vender.
Esta táctica chapucera es la que ha empleado Juan Carlos Juárez, alcalde del PP de La Línea, cuando ha sido obligado por una sentencia a abandonar la alcaldía. El tipo alcanzó la alcaldía de la mano del extinto GIL y luego se pasó al PP, donde fue recibido con los brazos abiertos, ignoro el por qué. Todavía tiene cuatro causas judiciales pendientes por prevaricación, malversación y tráfico de influencias, ahí es nada.
Arenas, a la sazón líder del PP andaluz, sabe de todo esto y no hace nada, como Rajoy a nivel nacional, por cambiar la situación. Se ve que en el Partido Popular está de moda la postura camaleónica; mimetízate con el entorno y espera paciente a que las aguas vuelvan a su cauce por gracia divina.
El colmo del cinismo político al que nos tiene acostumbrado el señorito Arenas ha sido cuando ha calificado la postura de Juárez como “coherente”, es decir, de actitud lógica y consecuente con una posición anterior, afirmando además que es “merecedora de respeto”. O lo que es lo mismo, que a Arenas no parece importarle la coherencia con las triquiñuelas y chanchullos que se aprendían en la academia de corrupción que puso en marcha Jesús Gil bajo el acrónimo de las tres letras, como las antiguas cuchillas de afeitar.
Arenas, para no desteñir ahora que las salpicaduras están por todas partes en el Partido Popular, ha optado por hacer gala de la misma cualidad, la coherencia. Por eso ha adoptado en este caso la misma postura que Rajoy con la trama de corrupción de la Gúrtel; anclar con firmeza los pies en la tierra y esconder la cabeza bajo el ala mientras capea el temporal. Al parecer, la táctica del avestruz se pone de moda cuando vienen los tiempos revueltos en el PP.
Y no me extraña, porque son tan buenos y tan nobles que a la gente le ha dado por aprovecharse impunemente de ellos. Y a eso sí que no hay derecho.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Con el asunto de las prostitutas y Mariando acusando a “los rojos” el PP se ha convertido en el partido de Berlusconi al 100%.

Corrupcion, compra de jueces, orgias, populismo barato, solo faltan las mamachicho. Joder, que tambien hay mamachichos!! El circulo se ha cerrado.

Comentario muy acertado leído en Escolar.net

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: la verdad es que describe perfectamente la situación, y el símil le viene que ni pintado.