cabecera_tipográfica_trans

05 agosto 2009

El Partido Popular reinventa el periodismo

Cuando no se quieren dar explicaciones, cualquier estrategia es válida. Es una manera muy peculiar de otorgar credibilidad a aquel dicho de que lo que no está escrito, de lo que no se habla, no está en el mundo.

Es lo que deben pensar en la dirección del Partido Popular que, con tal de no explicar el asunto de Camps a los ciudadanos, va a conseguir llevar a cabo lo que hasta ahora no ha conseguido el maltratado mundo de los medios de comunicación: reinventar de una vez y para siempre el periodismo.

De momento ya han presentado ante la atónita sociedad dos nuevas fórmulas revolucionarias, a saber, las conferencias temáticas unilaterales en formato DVD y el monólogo del líder caminando solo las calles, por aquello de que "quien habla solo, espera hablar con dios un día", en formato videoblog. Cualquier cosa menos responder a las preguntas directas de los periodistas, no vaya a ser que les dé un síncope.

Y estos son los que después se rajan las vestiduras acusando de atentados a la libertad de información a gobiernos como el de Venezuela, ¡mejor te callas, Chávez!, cuando aprueban leyes nefastas como la que ahora pretenden poner en circulación.

Y cuando no se quieren dar explicaciones, cualquier humo que se venda es poco. De ahí que se afirme, sin temor alguno a caer en el más espantoso de los ridículos, que el Estado de Derecho ha de perseguir a los criminales de ETA, pero no perder el tiempo de manera innecesaria haciéndolo con quienes presuntamente se aprovechan de sus cargos públicos para obtener regalos injustificados o para enriquecerse ilegalmente.

Porque cuando el Estado de Derecho persigue a estos últimos, cómo no, lo que se pone en peligro es la democracia, es decir, perseguir a los delincuentes de ETA fortalece la democracia, mientras que hacer lo mismo con otras conductas igualmente delictivas la debilita hasta el punto de acariciar su desaparición. Y si hace falta para ello desmontar el código penal para ello, pues lo hacemos y santas pascuas.

Mientras tanto, tres cajas de pruebas que pueden acreditar la comisión de graves delitos duermen el sueño de los justos en un almacén del TSJCV. Es la concepción tan particular de la justicia que tienen los conservadores, tanto de la rama política como de la judicatura. Cuando las cosas se ponen feas para los nuestros, mejor mirar para otro lado.

Que un cargo electo mienta de manera descarada a sus electores, a las instituciones y a la justicia es una cosa baladí y transitoria, nada reprochable.

Mientras, los ciudadanos nos vemos obligados a contemplar la batalla tórrida y subterránea que mantienen los dos Estados que subyacen en los bajos fondos de este país, el de Derecho y ese otro que dormita en las sombras se resiste como gato panza arriba a que las cosas cambien para que todo permanezca igual al precio que sea.

¿Quién fue el que dijo que lo de las dos Españas pertenecía al pasado?



No hay comentarios: