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18 agosto 2009

El discurso hipócrita del director de ABC de Sevilla

“Es una triste realidad que tengamos que exportar el capital humano más cualificado de nuestra ciudad por carecer de ofertas adecuadas para buscarle ocupación. Es cierto que la movilidad geográfica es una de las características de la moderna vida laboral. Pero en este caso no se trata de simple movilidad. Aquí, en nuestra ciudad, lo que ocurre es que nos hemos convertido, por un lado, en una capital administrativa con un ingente número de funcionarios y, por otro, en un centro de ocio y disfrute de una cierta forma de pasar la vida. Las empresas autóctonas solventes, con las salvedades ya clásicas de Abengoa, Cruzcampo, Casa, Iturri y algunas otras más, son por desgracia muy pocas para taponar esta sangría de emigrantes altamente cualificados. El empobrecimiento que representa para una ciudad como Sevilla esta constante fuga de cerebros es un factor que no aparece cuantificado en los numerosos análisis e informes que nuestras instituciones y centros administrativos publican sobre nuestra realidad socioeconómica. Aun así yo me atrevería a apuntar que la descapitalización humana de la metrópolis hispalense es una de las causas que subyacen en su manifiesta y progresiva falta de competitividad, que ni siquiera los ególatras discursos oficiales de la casta política logra disimular.”

Lo escribe Álvaro Ybarra Pacheco, director de ABC de Sevilla, que bastante debe saber al respeto ya que por algo, en el periódico que él mismo dirige está bien implantada una triste realidad, ya denunciada aquí en su día, que consiste en tener dos tipos de periodistas en plantilla que, ejecutando el mismo trabajo y con las mismas jornadas laborales, alcanzan unas diferencias salariales del 40% en detrimento de los más jóvenes. O lo que es lo mismo, dos tipos de trabajadores con condiciones laborales distintas y discriminatorias, cayendo siempre la peor parte sobre los más jóvenes.

Me parece un discurso harto hipócrita el del señor Ybarra, al que le recomendaría encarecidamente que, en vez de ponerse nostálgico leyendo una y otra vez los correos electrónicos que, según él, le escriben los jóvenes talentos sevillanos que se han visto obligados a emigrar para encontrar un puesto de trabajo digno, se diera una vuelta por su propia redacción y le diese una mano de pintura de dignidad y de justicia social a esos desequilibrios arbitrarios que puede que consigan que algunos de sus jóvenes redactores tomen el mismo camino que quienes le escriben.

Ybarra de paja en el ojo ajeno sabe bastante, pero se ve que es incapaz de detectar la viga en el propio.



4 comentarios:

Unknown dijo...

Amén. Y extiéndase a todos los medios de comunicación de este país.

Gregorio Verdugo dijo...

Antonio: gracias y, por supuesto, me sumo a dicha extensión.

Enric dijo...

Totalmente cierto. Y me atrevería a decir que esta práctica se extiende al resto de periódicos de Vocento y, como dice Antonio Rull, a todos los demás... Pero, por lo menos, sus directores no deben hacer escritos tan hipócritas.

Gregorio Verdugo dijo...

Enric, eso es lo más detestable de este caso.